Por... VERENA SCHMITT-ROSCHMANN
BERLIN -- La impopular decisión de salir al rescate de Grecia, al borde del abismo por una deuda descontrolada, ha hecho que asomen fisuras en el respaldo irrestricto de Alemania hacia la Unión Europea y planteado serias dudas acerca del futuro de ese bloque.
El resentimiento del electorado con el alto costo del rescate de los griegos podría haberle costado a la canciller Angela Merkel la mayoría en la cámara alta del Parlamento. La propia Merkel dijo que el revíés en los comicios del fin de semana pasado constituyó una "amarga derrota" y esa votación no hizo sino avivar el malestar general por tener que pagar por los errores de otros.
El lunes Merkel tuvo que admitir que no podrá hacer los recortes impositivos que tenía en mente, al tiempo que expresaba su apoyo a un nuevo plan de rescate para la eurozona.
Ahora muchos se preguntan si la situación interna podría hacer que Merkel le díé la espalda a la Unión Europea cuando el bloque está más necesitado que nunca de una conducción firme.
"La elite política del país sigue comprometida con el proyecto europeo, por más que Alemania ya no estíé dispuesta a gastar más de la cuenta para facilitar los acuerdos", expresó Katinka Barysch, analista del Centro para una Reforma Europea, grupo de investigación con sede en Londres.
"El peligro es que la crisis griega haga que un sentido latente de frustración y desencanto con la UE alcance su punto de ebullición", agregó. "Cuesta ver cómo la UE podría registrar progresos con una Alemania reticente, quejosa, que mira más hacia adentro que hacia afuera".
Analistas políticos, no obstante, dicen que es poco probable que Merkel decida ignorar a Bruselas, porque los problemas de Europa en general están ligados muy estrechamente a los de Alemania, que tiene la economía más grande del continente.
"Los problemas europeos son, desde ya, tambiíén problemas internos", afirmó Heinrich Oberreuter, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Passau.
Merkel, por otra parte, ha demostrado ser extremadamente pragmática y es previsible que mantenga la "gigantesca euro-crisis" al tope de su agenda política, señaló Roland Sturm, de la Universidad de Erlangen.
"Tiende a reaccionar a los problemas más grandes", dijo Sturm a la AP. "Y a esta altura, la política exterior parece ser lo que más atención merece".
No está claro hasta quíé punto le crisis griega y el manejo que hizo Merkel de esa crisis incidieron en el revíés de su Unión Demócrata Cristiana en las elecciones estatales de Renania del Norte-Westfalia el domingo, sostuvo Sturm.
Por más que muchos votantes se muestren molestos con el poder que tiene la burocracia de la UE en sus vidas, casi todos los partidos grandes apoyan la UE.
"No hubo cambios de posición hacia Grecia" con motivo de las elecciones, destacó Sturm, apuntando que los partidos de oposición tambiíén admitieron que había que ayudar a Grecia.
El lunes, de hecho, el líder opositor social-demócrata Sigmar Gabriel planteó que Merkel no tenía una presencia lo suficientemente fuerte a nivel europeo.
"Al no definir la posición de Alemania (sobre Grecia), se alimentaron las especulaciones más descabelladas", manifestó Gabriel, para quien "Alemania se encuentra en una situación muy, muy difícil gracias a la actitud pasiva del gobierno".
Oberreuter cree que lo que más votos le costó a Merkel es la indecisión con se ha manejado desde las elecciones de septiembre.
"Esa es su forma de gobernar, o más bien, de no gobernar... Titubear y dejar que pase mucho tiempo antes de tomar medidas", declaró.
Sturm opinó que Merkel probablemente cometió el error de pensar que la crisis era un "problema de Grecia" al principio y despuíés no quiso reconocer los enormes problemas financieros que traía aparejados en la víspera de las elecciones estatales.
Sturm dijo que, ahora que la elección ha quedado atrás, espera que Merkel asuma un liderazgo más activo a nivel europeo, especialmente tomando en cuenta que el presidente de la UE Herman van Rompuy no se hace ver mucho.
"Se suponía que van Rompuy debía ser el rostro de la UE, pero, ¿que se le ha oído decir en esta crisis?", preguntó el experto.
Merkel necesita ahora demostrar liderazgo promoviendo soluciones sustentables a los problemas de la eurozona, a sabiendas de que ese es un camino de dos vías, señaló Barysch.
"Había varios países de la UE que querían condiciones severas para Grecia", además de Alemania, expresó. "Ahora tienen que dejar de esconderse detrás de Berlín. Tienen que reconocer que la solidaridad europea exige que todos los miembros del bloque asuman sus responsabilidades".