El Ejecutivo pide que los inversores se fijen en "hechos y datos" y olviden los rumores. Para combatirlos, presume de modificaciones que son acalladas dentro del país.
Ya está aquí la segunda parte de la revolución reformista tras el histórico recorte social: el Gobierno de Zapatero sí quiere elevar la edad de jubilación a los 67 años y piensa en ampliar el periodo de cálculo de cotización, lo que supondría reducir la cuantía de las prestaciones.
Y busca estos cambios porque son de importancia capital; porque es un Gobierno que sabe que cada año que se retrase la edad de jubilación se reducirá en un punto del PIB el gasto en este capítulo, y que la calidad de las finanzas públicas emerge como un aspecto clave en la estrategia global de la crisis, una sentencia que adquiere especial valor tras la rebaja del ráting de Standard & Poor's de Reino de España, con amenaza de futuros recortes.
La realidad aparente es íésta. Al menos a ojos de los inversores extranjeros. El Ejecutivo socialista ha pospuesto la concreción de sus recortes y ya vacila incluso con las primeras cifras de recorte de la inversión pública. Pero aunque dentro de España haya continuos bandazos y contradicciones, fuera la situación cambia: la ambigí¼edad se transforma en afirmaciones rotundas para cualquier inversor extranjero que busque información sobre España.
í‰ste llegará lógicamente a la web del Ministerio de Economía, que se hace eco de la Actualización del Programa de Estabilidad, un documento que ha pasado desapercibido en España por los continuos cambios que ha experimentado. Pero que es tajante de cara a unos mercados deseosos de buenas noticias, y que durante la semana pasada llegaron a forzar una caída en la bolsa casi del 6,64%.
Peor aún: esta situación está dejando sin armas al Gobierno, que no puede vender a Bruselas la reforma de las pensiones, pues la Unión Europea ya descuenta que Zapatero elevará la edad de jubilación. Es, al menos, lo que figura en los papeles que España trasmite a la UE y que definitivamente transmite el Ministerio de Economía.
Medios compromisos
Las proyecciones de gasto sobre el envejecimiento se basan en la 'hipótesis' del crecimiento potencial del PIB del 2,9% en 2010, una tasa de paro del 8,8% nivel tan sólo visto durante el boom inmobiliario y la estimación de que la población mayor de 65 años respecto a la que está en edad de trabajar será del 24,4%, una relación que el último Padrón Municipal anuló.
Este programa, que sirve a Bruselas como termómetro para medir los compromisos de España que, por cierto, tiene abierto un expediente en la UE por díéficit excesivo se basa, además, en las bondadosas previsiones económicas: lo que el inversor no puede saber a simple vista es que este paquete sólo aumentará el PIB un 0,2% de media al año en la próxima díécada, según la memoria del anteproyecto, un balance "humilde", según los analistas.
En definitiva, que fuera se vende un ambicioso plan para elevar la edad de retiro que no sólo preocupa dentro de España. "En la práctica la propuesta ha desaparecido", relatan fuentes solventes de la OCDE. Desde el organismo critican el inmovilismo del Gobierno, máxime cuando están convencidos de que "si hace reformas ganará las elecciones". "Hay que detallar la estrategia, no sólo contarla porque la gente empieza a estar asustada", remachan. Para más inri, los grupos parlamentarios admiten que no se han empezado a debatir las líneas de la reforma del sistema.
Empieza el examen del FMI al Ejecutivo
El grupo de expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) que visita estos días España se entrevistará el martes con los portavoces de todos los grupos parlamentarios en la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso de los Diputados, una reunión a la que asistirá el coordinador económico del PP, Cristóbal Montoro, informa Europa Press.
El encuentro se enmarca dentro de la visita "regular" que la delegación hará esta semana al país con el objetivo de completar su revisión anual sobre el estado y el comportamiento de la economía española. Aunque esta gira, que concluirá el próximo día 24, no guarda relación con la actual situación económica y financiera española, cobra especial relevancia al coincidir con el plan de nuevos recortes de díéficit que el Ejecutivo de Josíé Luis Rodríguez Zapatero tiene previsto aprobar este jueves.
Precisamente, todos los grupos parlamentarios, salvo el PSOE, se han mostrado muy críticos con estas nuevas medidas, que contemplan la reducción del 5% de los sueldos del sector público y la congelación de las pensiones el próximo año.
La visita responde a una práctica habitual del FMI, que envía una delegación a cada uno de sus países miembros todos los años con el objetivo de estudiar la situación de su economía, tal y como recoge el Artículo IV del Convenio Constitutivo del Fondo, que además da nombre a estas misiones.