El Banco de España vigila el riesgo de la banca en suelo
Publicado en Expansión porJ. E. Navarro / M. Romani
El Banco de España toma precauciones ante el nuevo contexto financiero. El supervisor ha intensificado el control de la liquidez de las entidades bancarias y ha encargado a sus inspectores la tarea de poner en revisión del suelo financiado por los bancos y cajas a las promotoras e inmobiliarias, así como el suelo en propiedad de las entidades, según señalan fuentes del mercado.
En ningún caso, apuntan otras fuentes consultadas, se trata de medidas generales aplicables a todo el sector, sino de supervisión específica por el perfil de riesgo que ofrece cada banco o caja.
El Banco de España está llevando a cabo análisis de la liquidez de la banca ante situaciones de cambio brusco de las condiciones de mercado (stress testing), así como pidiendo que se elaboren planes de contingencia de liquidez para tener listos activos descontables en el Banco Central Europeo a corto plazo, según confirman algunas entidades financieras.
El supervisor ha establecido un control más fíérreo sobre la liquidez de cada entidad. Algunos bancos confirman que estas comprobaciones se están produciendo cada dos o tres días, aunque otras no han observado cambios significativos de la posición del supervisor a este respecto.
Actividad normal
Estas comprobaciones, sin embargo, se enmarcan dentro de la actividad normal del supervisor, ajustada a las nuevas exigencias del mercado financiero, tras la crisis subprime. “La labor de los inspectores es precisamente íésta, obtener información de los bancos y cajas y evaluar situacionesâ€, subrayan fuentes legales.
Respecto a la revisión del valor del suelo, el Banco de España está centrándose, principalmente, en las cajas de ahorro, que acumulan un mayor riesgo inmobiliario. El parón de este sector y la nueva Ley del Suelo (que elimina la categoría de terreno urbanizable, lo que deja a parte de los terrenos comprados por las inmobiliarias en un limbo sobre su valor real) han obligando a poner en revisión la valoración de estos activos. Esto afecta tanto al suelo financiado por las entidades como a los terrenos en propiedad de promotoras participadas por bancos y cajas.
No obstante, esta caída de valor del activo que respalda la financiación a un promotor no genera la obligación a las entidades de realizar provisiones específicas (dotaciones que se hacen cuando existen tres meses de impago de un críédito). Sin embargo, el Banco de España, según las fuentes consultadas, podría sugerir a algunas entidades que lleven a cabo provisiones subestándar (dotaciones voluntarias), lo que muchas entidades denominan “curarse en saludâ€. Las cajas llevaron a cabo provisiones de este tipo por valor de 1.575 millones de euros, y ayer la CECA reconoció que está dentro de lo “normal†que aumente la morosidad ante el cambio de ciclo.
Respecto a la liquidez, distintas fuentes del mercado legal coinciden en señalar que “en el sistema regulatorio y supervisor español, esta variable no ha recibido nunca una excesiva atenciónâ€. Bajo la nueva coyuntura económica, “se podrían estar dando problemas de liquidez: entidades solventes y en correcto estado tienen dificultades para obtener financiación mayorista fuera del BCEâ€.
Políticas anticíclicas
La liquidez todavía no está dando sustos a los bancos y cajas. “En tíérminos generales, la inspección ha encontrado que la liquidez está garantizada y que hay de sobra para que no se produzcan situaciones inesperadasâ€, subrayan otras fuentes. El sistema financiero español ha afrontado la crisis del críédito desde una posición de mayor solvencia que en el resto de países de su entorno, gracias a la labor del Banco de España, que durante la etapa de bonanza económica exigió a las entidades llevar a cabo provisiones anticíclicas. Esta medida se ha mostrado muy eficaz ante las actuales perspectivas de ralentización económica.
La banca quiere manejar con más elasticidad las provisiones
La banca española convive en estos meses con la sensación de estar pagando los platos rotos por otros. Su capacidad de crecimiento está en entredicho por la sequía de los mercados de financiación mayorista, y de nada le vale estar entre los pocos sistemas financieros del mundo que no se han visto directamente afectados por la crisis subprime.
En este contexto, bancos y cajas españoles quieren que el Gobierno (y el Banco de España) den pasos para contribuir a paliar esta situación. En particular, según reconocen varias entidades que prefieren no ser citadas, se pide una mayor elasticidad con respecto a las provisiones geníéricas, es decir, las que se realizan en función del crecimiento del críédito y se consideran como anticíclicas. Bancos y cajas creen que ahora que han llegado los tiempos difíciles, es la hora de utilizar este colchón.
En concreto, según fuentes financieras, se analiza la posibilidad de ampliar el porcentaje de provisiones geníéricas que se pueden contabilizar como recursos propios de segunda categoría (actualmente es el 1,25% de los activos ponderados por riesgo). Además, estudian mecanismos para facilitar el trasvase de las provisiones geníéricas a las específicas (las que se realizan para cubrir críéditos dudosos). La morosidad está al alza y las provisiones específicas tienen que aumentar, por eso la banca pide que este incremento pueda hacerse a costa de la geníérica.
Un mecanismo que ya permite la norma actual, pero en porcentajes reducidos. Fuentes del sector financiero aseguran que estas cuestiones están en agenda desde hace meses, aunque la crisis del críédito ha dado nuevos argumentos a la banca española, que considera que su elevado volumen de provisiones representa una desventaja competitiva frente a las entidades extranjeras competidoras.