¡Prepárese!, carteras anticrisis para unas bolsas fuera de control
por María Martínez
Invertia.com
¿Existen las carteras anticrisis? Los gestores así lo creen, siempre que no se invierta más de un 30% en renta variable y que se tenga la cautela como dogma, aún a riesgo de perder las posibles remontadas del mercado. Valores como Viscofán o Tíécnicas Reunidas o Grifols, sin olvidar los pesos pesados del Ibex, son los elegidos de la Bolsa española, en la que aconsejan tener poca presencia frente a EE UU, su mercado predilecto. Consulta la rentabilidad por dividendo
Los inversores tienen ahora por delante más riesgos que certezas (escasa visibilidad del crecimiento económico, debilidad del euro, resultados empresariales descontados en el precio de las acciones, dudas sobre la solvencia de algunos países…). Por ello, las carteras que diseñaron a comienzos de año están pidiendo a gritos algún que otro ajuste.
Así lo creen los gestores, que recomiendan al unísono mucha prudencia en todos los tipos de activos: renta variable, a la que aconsejan no destinar más de un 30%, renta fija y gestión alternativa.
Cumpliendo esta premisa, los expertos de Banif mantienen en estos momentos una visión neutral en todos los mercados. En Bolsa, su recomendación es sobreponderar EE UU, Europa y emergentes, e infraponderar España. En renta fija, comentan que “la deuda soberana sigue siendo un activo del que hay que mantenerse al margenâ€. Asimismo creen que la deuda corporativa presenta valor, mientras que en gestión alternativa invertirían en productos estructurados y en fondos de gestión alternativa.
Para Banif, el activo con mayor potencial son las commodities, con expectativas de subidas de precios a consecuencia del progresivo incremento del consumo. En cuanto a divisas, su consejo es sobreponderar el dólar, con una exposición del 100% de la cartera.
A la hora de elegir valores, los gestores del banco de inversión toman un mayor sesgo cíclico en Europa y bajan el peso en las concesiones en España. Entre sus apuestas figuran los cinco pesos pesados del Ibex, además de Grifols, ACS, Inditex, BME, Acerinox, Rio Tinto, Axa, Nestlíé, Vodafone y EDF, entre otros.
PRESERVAR EL CAPITAL, ANTE TODO
Preservar el patrimonio es lo que más preocupa a los gestores de Banif en esta segunda oleada de la crisis financiera, en la que los mercados parecen carecer de incentivos a corto plazo. Y lo mismo ocurre con los de Bankinter, aún a costa de perderse los puntuales repuntes de las Bolsas.
Sin embargo, estos expertos optan, además de reducir exposición, a plantear posiciones distintas si el enfoque es global o domíéstico, ya que prevíén un posible desacoplamiento, tanto en evolución económica como de mercados, entre la UEM y el resto del mundo. Por ello, han bajado a vender/infraponderar la Eurozona (sin Alemania), seguros y bancos, porque “todavía estamos inmersos en una fase de riesgo en el mercado de bonos, lo que podría perjudicar las carteras de bancos y aseguradorasâ€. Ahora en Bankinter sugieren una exposición del 40% en Bolsa Eurozona para un perfil agresivo y del 0% para el defensivo.
Otro de los cambios operados en su cartera es su recomendación de “jugar†en el sector farmacíéutico, distinguiendo entre empresas predominantemente orientadas al medicamento con marca propia (recomendación de neutral) y aquíéllas orientadas al medicamento geníérico (sobreponderar/comprar). Tecnología, industriales y consumo cíclico y no cíclico completan los sectores donde se arriesgarían a invertir, junto con el petróleo, los metales preciosos y los bonos corporativos.
“A pesar de las presiones de los últimos días, la renta variable sigue teniendo muy buenas perspectivas para este año, especialmente en EE UU, donde somos muy positivos. Tambiíén nos gustan las bolsas emergentes, sobre todo las de países ligados a materias primas o con fuertes tasas de crecimiento, y Japón, donde parece que por fin podríamos tener cierta esperanza de una cierta mejora económicaâ€, aseguran en Finanduero.
Desde un punto de vista sectorial, los gestores de esta sociedad, son positivos con los sectores precursores de ciclo ligados a industrias básicas y a tecnología, ya que es donde ven mayor potencial de mejora de resultados. Tambiíén les gustan los sectores de geníéricos, farmacia y consumo retail en EE UU y el sector químico a nivel global. En España, mercado al que no destinan un gran porcentaje de la inversión, se concentran en valores con fuerte presencia internacional en la cuenta de resultados y compañías medianas con valor no reconocido por el mercado.
Muy negativos con el sector financiero en general, algunos de las compañías que tendrían en cartera son: Intel, Caterpillar, Du Pont, Cisco, Merck, Infineon, Siemens, Phillips, Vallourec, Rhodia, Arcelormittal, Vivendi, Duro Felguera, Tíécnicas Reunidas y Viscofán.
En cuanto a la renta fija, aseguran que el bono a 10 años alemán por debajo del 3% está excesivamente caro y es una oportunidad de venta y que la deuda española, a pesar de las incertidumbres existentes está excesivamente castigada, por lo que son partidarios de su compra. Con todo, su cartera ponderaría en un 60% el críédito y en un 40% el riesgo soberano manteniendo una duración entre 3 y 5 años.
Por otro lado, y aunque les gusta el dólar, son más partidarios de asumir riesgo a la divisa norteamericana a travíés de renta variable. En cuanto a la parte de críédito, apostarían por los mismos sectores ya mencionados pero concentrando la mayor parte de la inversión dentro de investment grade.
A FAVOR DE LA RENTA VARIABLE
A diferencia de los anteriores, Banco Popular se muestra más positivo con las acciones europeas, ya que del 25% de peso que da a renta variable, el 13% lo pone en este mercado. Asimismo, otorga un 5% materias primas, un 30% renta fija (da un 15% a la gestión activa de renta fija privada), un 15% en monetarios y un 25% en inversión alternativa.
Considerando el actual contexto de incertidumbre, en Schroders cree que hay que reducir la inversión en deuda pública, mantener la inversión en críédito con grado de inversión, aumentar la inversión en críédito de alta rentabilidad (high yield) y subir la exposición a renta variable. Así, creen una distribución de activos posible para una cartera equilibrada sería destinar el 50% en fondos renta variable, el 35% en fondos renta fija, el 12% en activos alternativos y un 3% en liquidez.
En renta variable sobreponderan EE UU y Japón; en renta fija, los bonos corporativos con grado de inversión y bonos de alto rendimiento en detrimento de la deuda pública. En cuanto a divisas, prefieren el dólar estadounidense. Tambiíén dedicarían un porcentaje en la inversión en estrategias de retorno absoluto en mercados emergentes, y tambiíén en hedge funds en formato UCITS.