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Autor Tema: Pendientes de la inflación subyacente negativa  (Leído 389 veces)

Scientia

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Pendientes de la inflación subyacente negativa
« en: Mayo 25, 2010, 07:46:31 am »
Pendientes de la inflación subyacente negativa

por Alfonso Novales

La tasa interanual de inflación subyacente entró en terreno negativo en abril, -0,1%, por primera vez, haciendo saltar algunas alarmas en medios internacionales acerca de la posibilidad de que la economí­a española estíé entrando en un ciclo deflacionista. Algo similar a lo que sucedió cuando la tasa interanual de inflación general entró por primera vez en terreno negativo en marzo de 2009, sin que luego dichos temores se confirmasen, pues el proceso de inflación negativa resultó transitorio, retomando el signo positivo a partir de noviembre.

Sin duda que la posibilidad de una espiral inflacionista debe preocupar, por su potencial generador de un debilitamiento adicional de la demanda y como consecuencia, de un deterioro del mercado de trabajo, sin que tal proceso tenga un final claro, especialmente, cuando la polí­tica monetaria no está bajo el control del paí­s que sufre la deflación. Pero no cabe especular. Comentarios alarmistas injustificados pueden generar un deterioro de expectativas que tendrí­a consecuencias muy negativas. Por otro lado, menospreciar sin motivo la posibilidad de una fase deflacionista no harí­a sino acrecentar su negativo impacto, al no tomar las pocas medidas que pudiesen aminorar su impacto. Es preciso acudir a la historia de los distintos componentes de precios de bienes de consumo del INE para evaluar con el mayor rigor la verosimilitud de tal escenario.

El IPC de abril revela un comportamiento acorde a lo previsto prácticamente en todos los componentes, excepto los precios de los alimentos elaborados, que representa un 15% del í­ndice general, que descendieron -0,4%, frente a un aumento esperado de dos díécimas. Esta desviación explica en buena parte que la tasa interanual de inflación subyacente, para la que esperábamos una leve elevación, de una díécima, se haya reducido hasta -0,1%, generando la preocupación que motiva este comentario. Es importante reseñar asimismo lo obvio: todos los demás componentes del IPC, con independencia de los alimentos elaborados, evolucionan de acuerdo con una previsión no deflacionista, que contempla las tasas de inflación media antes apuntadas. Los precios de los bienes industriales no energíéticos subieron en abril un 2,7% a pesar de la díébil actividad en este sector; continúan en tasa interanual negativa por el fuerte descenso que experimentaron meses atrás. Los precios energíéticos aumentaron en tasa similar en abril, situándose en tasa interanual de 16,7%.

Las previsiones a medio plazo utilizando la información disponible, apuntan a un cambio de tendencia en mayo, con una tasa de inflación subyacente de dos o tres díécimas, situándose en una tasa interanual igual a 0,3%. A partir de mayo, la tasa interanual de inflación subyacente se moverí­a en torno a 0,5% hasta finales de año, con una inflación subyacente media para el año de 0,4%, y con un repunte hasta un 1,3% de inflación subyacente media en 2011. Esta previsión se basa en nuestra creencia de que la inflación interanual de servicios se ha situado en abril en su nivel más bajo del año. La inflación interanual general se mueve hacia una media de 1,6% en 2010, y un valor similar el próximo año.

Este es el escenario central que manejamos pero, como toda predicción, se trata de un ejercicio probabilí­stico. Un comportamiento de los precios de los servicios en mayo más moderado que el previsto podrí­a afianzar el signo negativo de la inflación subyacente de abril. Nuestro modelo de predicción estima actualmente que la inflación subyacente media será positiva en 2010 con probabilidad de 2/3, y negativa con probabilidad de 1/3. Podrí­a ser más negativa de -0,5% con una probabilidad de 15% y más negativa de -1,0% sólo con una probabilidad de 5%. Si sucediera, se tratarí­a de tasas negativas moderadas, que reflejarí­an un ajuste de precios provocado por la debilidad de la demanda, y serí­a coherente con la moderación o reducción salarial a la que posiblemente asistamos, y con un cierto ajuste en competitividad, por mucho el IPC no sea el mejor modo de medir íésta. En todo caso, estos escenarios vendrí­an acompañados de una tasa de inflación general positiva. El dato de mayo será muy revelador respecto de la evolución de la inflación a medio plazo.

Alfonso Novales. Catedrático de análisis económico
« Última modificación: Mayo 25, 2010, 07:51:49 am por Scientia »