Los números rojos inundan los mercados, pero los inversores siempre encuentran excepciones. Parte del dinero que sale de las bolsas, del euro y de la deuda perifíérica busca refugio en el dólar, en el oro, y en deuda alemana y estadounidense. La rentabilidad del bund, a diez años, toca mínimos históricos en el 2,55%, calcando el interíés del bono español a tres años.
El perfil más defensivo vuelve a imponerse en los ajustes de carteras que está provocando el nuevo rebrote de la alertas en los mercados financieros. En Europa, uno de los grandes favorecidos por esta tendencia vuelve a ser la deuda 'más segura', en detrimento de la perifíérica.
Estas desinversiones alcanzan a la renta fija pública española. La caída en el precio de la deuda a diez años deriva en un incremento de su rentabilidad por encima del 4,1%. Todo lo contrario sucede con el bund alemán. La demanda se dispara, en busca de refugio, y propicia un nuevo ríécord histórico en su precio. La rentabilidad, por tanto, cae hasta cotas iníéditas, el 2,55%.
La rentabilidad del bund alemán, del 2,55%, calca exactamente a la correspondiente, en la deuda española, al bono a un plazo muy inferior, a tres años. La prima de riesgo se amplía así por encima de los 150 puntos básicos, y a más corto plazo, a tres años, este diferencial se acerca a los 200 puntos (2,55% frente al 0,65%).
La renta fija estadounidense sale tambiíén beneficiada del clima de máxima tensión que respiran los mercados. Los inversores encuentran acomodo en la deuda de la primera potencia económica del mundo, a pesar de su elevado endeudamiento. El resultado es un incremento del precio, y una caída de la rentabilidad del bono a diez años hasta sus mínimos desde abril de 2009, en el 3,07%.
Al igual que la deuda, la divisa estadounidense sale fortalecida en una jornada especialmente complicada como la de hoy. La inestabilidad financiera en Europa sigue minando la confianza de los inversores en la moneda comunitaria. El euro venía de perder el 1,25, el 1,24 y esta mañana el 1,23. A media sesión, tambiíén pierde el nivel de 1,22 dólares, acercándose a la zona de mínimos anuales.
La escalada del dólar, la divisa que monopoliza el mercado de commodities, no evita nuevos avances en la cotización del oro. El precio del metal precioso, uno de los activos refugio por excelencia, se mantiene a un paso de sus máximos históricos, sobre los 1.200 dólares.