INICIO FOROS ÍNDICES DIVISAS MATERIAS PRIMAS CALENDARIO ECONÓMICO

Autor Tema: Las diez pesadillas que atemorizan a la bolsa  (Leído 309 veces)

Eguzki

  • Socio Foxinver
  • Excelente participación
  • ***
  • Mensajes: 26.157
  • Karma: +0/-1
Las diez pesadillas que atemorizan a la bolsa
« en: Mayo 26, 2010, 08:07:55 am »
Pese a que algunas autoridades, como el presidente del Gobierno, Josíé Luis Rodrí­guez Zapatero, inciden en restarle importancia a la reacción de los mercados, hay diez cuestiones que pueden explicar que los temores de los inversores son fundados.


1) ¿Cómo afectarán las medidas de ajuste al crecimiento económico?
Los gobiernos europeos han acelerado los planes de consolidación fiscal. En el caso de España, se ha optado por controlar el gasto, por ahora, mediante el recorte del salario de los funcionarios y la congelación de las pensiones. Las primeras previsiones del Ejecutivo apuntan a un impacto negativo sobre el crecimiento de cinco díécimas para 2011.

2) ¿Serán capaces los estados de captar en los mercados todo el dinero que necesitan?
El primer punto está afectando sobremanera al deterioro de la percepción de los inversores sobre los paí­ses con díéficit más elevados. El diferencial de rentabilidad entre el bono español y el alemán, así­ como los CDS o seguros contra impagos de la deuda, se sitúan de nuevo cerca de máximos, en 156,8 y 259,93 puntos básicos, respectivamente. La subida de estas dos referencias implica unos mayores costes de financiación, cuando al Estado todaví­a le quedan por emitir 75.106,81 millones en letras y otros 55.805,11 millones en bonos en 2010. En la subasta de letras a seis meses de ayer tuvo que ofrecer el doble de rentabilidad para poder captar el objetivo que tení­a previsto.

3) ¿Cómo se podrán financiar los bancos si se recrudece la crisis financiera?
La subida de los costes de financiación para el Estado supone un encarecimiento automático de la liquidez para el sector privado. Hace ya más de un mes que ningún banco o empresa se ha atrevido a salir al mercado de capitales en busca de dinero, cuando los vencimientos de deuda apremian. “Ni siquiera con aval público serí­amos capaces de colocar ahora un bono”, indican fuentes financieras.

4) Y, en el caso concreto de la banca española, ¿cómo se resolverá el proceso de reestructuración financiera?
La intervención de CajaSur por parte del Banco de España, en la madrugada del sábado, ha puesto la guinda a una percepción muy negativa. Pese a que la caja sólo representa el 0,6% del sistema financiero español, los inversores lo ven como la punta del iceberg y de nuevo deja al descubierto la fragilidad del sector. La mayor percepción de riesgo provoca un encarecimiento de los costes de financiación.

5) ¿Cómo afecta la elevada exposición de la banca a los paí­ses con los díéficit más elevados?
Un informe de Royal Bank of Scotland (RBS) cifra en 2 billones de euros la exposición de las instituciones extranjeras en deuda pública y privada a Grecia, España y Portugal. En el caso concreto de España, bancos y cajas tienen el 31,23% del saldo vivo total de deuda pública española, es decir, 143.377 millones de euros, según cifras del Tesoro Público. Una caí­da del valor de estos activos tiene un efecto demoledor sobre la cartera de los bancos y, por ende, sobre sus cuentas de resultados.

6) ¿Quíé margen de maniobra tienen los bancos centrales en esta ocasión?
El Banco Central Europeo (BCE) anunció el 10 de mayo la compra de deuda pública y privada. Por ahora, ha adquirido 26.500 millones, “demasiado poco” según Josíé Carlos Dí­ez, economista jefe de Intermoney. Además, según el experto, estas compras se han centrado en tí­tulos portugueses y griegos, por lo que “todaví­a le queda mucha munición”, añade.

Por otro lado, la banca está apelando en mayor medida a las subastas del BCE. En la subasta semanal de ayer, el volumen superó los 100.000 millones de euros. Y es que, debido a que los mercados mayoristas de financiación están cerrados, las entidades son cada vez más dependientes de las inyecciones de la institución. Los bancos españoles han pasado de quedarse con un 10,71% del total prestado por el BCE en el eurosistema al 15,5% en un año.

7) ¿Puede sobrevivir la Unión Económica Y Monetaria (UEM) en un entorno de bajo crecimiento y de reducida integración de las polí­ticas fiscales?
La crisis de la deuda soberana de los paí­ses del euro ha puesto en entredicho el concepto de la Unión Económica y Monetaria. Todo parece indicar que las autoridades pondrán cada vez más empeño en potenciar la E de las siglas UEM, porque la adaptación de las polí­ticas fiscales y de las reformas estructurales ha demostrado ser insuficiente.

8) ¿Está resuelto el problema griego?
El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Khan, fue claro y conciso ayer: “Es un problema a largo plazo, un plan (de reajuste fiscal) a largo plazo. No puedo decir que estará resuelto antes de que acabe el año”. El paí­s heleno se ha hecho con más de 14.000 millones, de los 110.000 millones que aportarán la CE y el FMI. Y EEUU mira cada vez con más preocupación una crisis que empezó siendo local y que se está contagiando al resto de Europa.

9) ¿Cómo afectará la nueva regulación financiera?
La banca teme que un excesivo endurecimiento de la regulación financiera (Basilea III) asfixie al sector y restrinja aún más el flujo del críédito y la recuperación económica. Sin críédito, las empresas tienen dificultades para refinanciar su deuda y para crecer, lo que afecta a sus valoraciones en bolsa. Los más crí­ticos tambiíén aseguran que la nueva normativa podrí­a acabar con dos díécadas de innovación financiera en la industria bancaria.

10) ¿Quíé implicaciones tiene la caí­da del euro?
La caí­da del euro, ví­ctima de los especuladores y de las peligrosas estrategias del carry trade (Financiar con la divisa del paí­s donde el precio del dinero es menor las inversiones en paí­ses con tipos más altos), tiene su lado negativo y positivo. Paí­ses como Alemania, cuya economí­a es muy dependiente de las exportaciones, se ven muy beneficiados porque venden su producto fuera más barato. Por el lado contrario, las inversiones en activos denominados en euros pierden atractivo, lo que puede provocar la fuga de inversores.