El encanto irresistible de la bolsa
Es genial que sea femenino. Si fuese masculino, quiíén iba a invertir en el bolso. No tendría color. La estrofa de Rigoletto se traslada al parquíé para cantar bolsa í¨ mobile qual piuma al vento. Es coqueta, voluble, imprevisible y, por quíé no, adorable.
Tiene algo que engancha. Es una especie de droga, que una vez probada, resulta difícil desengancharse de ella. Yo creo que la bolsa tiene que ser divertida y simple, pero para muchos da más disgustos que alegrías, seguramente porque la hacen complicada.
Tiene sus reglas, no muchas, pero hay que respetarlas con disciplina espartana y jamás decirle lo que tiene que hacer. Como vayamos de listos y de forma categórica digamos ahora tienes que subir, ahora tienes que bajar, nos aplicará una dosis de humildad, que nos dejará la cuenta corriente tambaleando.
Hay que pasárselo bien, disfrutando más por haber acertado que por ganar dinero. Algunas reglas son de sentido común: ganar mucho cuando se tienen buenas cartas y perder poco cuando son malas. Que traducido al román paladino, significa: deja correr los beneficios y corta en seco las píérdidas. Pero no síé por quíé extraña razón, el pequeño inversor actúa contra sus intereses. Cuando algún inversor dice que ha comprado un determinado valor porque estaba barato, recuerdo al charlatán que gritaba en el rastro ¡a peseta, a peseta! ¿Quíé vende usted?, yo nada, pero es muy barato.
Imagine que alguien le invita a meter dinero en un negocio. La pregunta obligada sería ¿Cuánto ganas al año?. Ganar no gano, pierdo dinero todos los años, pero cuando esto se encarrile, ya verás lo que voy a ganar. Lo normal será que se le diga, mira, cuando ganes dinero me avisas y ya veríé si meto ahí mi dinero o no. No hay que hacer mucho esfuerzo para trasladar el símil a la bolsa. Pero tampoco síé porquíé tiene tanto íéxito los vendedores de fantasía y encantadores de serpientes.
La semana se cierra con su buen sobresalto en la sesión de martes, del que afortunadamente se recuperó, y el Ibex 35 avanza un modesto 0,19%. Ahora toca tragarnos durante el fin de semana todo lo que escrito aquí y allá para tratar de adivinar el camino que seguirá la bolsa. Lo más hermoso de la bolsa es la polarización de analistas e inversores, lo que es normal, ya que no van a estar todos en el mismo bando, sea íéste alcista o bajista. Hay un nutrido grupo de analistas norteamericanos, que seguramente han comprado o están largos, para los que los retrocesos que han tenido las bolsas son una corrección normal, dentro de un mercado alcista. Mientras que para otros, que han vendido o están cortos, se trata de una reacción al alza, dentro de un mercado bajista.
Se puede estar o no de acuerdo sobre la posibilidad de que un valor suba o baje, pero con una visión global de los mercados, cómo es posible que unos hablen de mercado alcista y otros de bajista. Sencillamente porque es una cuestión semántica. El padre del análisis tíécnico decía que cualquier fase correctora es un mercado bajista. A partir de ahí, ya lo tiene claro: todos pueden estar cargados de razón y la bolsa, como siempre, hacer lo que le venga en gana.
Para los que han comprado estamos en una corrección de un mercado alcista, para los que han vendido, es un simple rebote al alza, en un mercado bajista.