El Gobierno está cada vez más convencido de que tendrá que elaborar su reforma laboral en solitario, publica el diario El País. Tras cuatro meses oficiales -y casi dos años extraoficiales- de negociación con patronal y sindicatos, el proceso aparece más enquistado que nunca. Consciente de que el tiempo apremia, el Ejecutivo prepara ya un documento de reforma laboral que pretende generalizar el contrato indefinido con despido más barato (33 días por año trabajado) a cambio de endurecer las causas del temporal para limitar su uso. Pese a todo, el Gobierno concede una última oportunidad a la negociación y hoy tiene previsto un encuentro tripartito, justo cuando expira el plazo fijado para alcanzar un acuerdo. Las expectativas de íéxito son muy bajas.