Peleas empresariales españolas...de el guante blanco al navajazo trapero
por Ramón García
Invertia.com
La pelea entre Iberdrola (Sánchez Galán) y ACS (Florentino Píérez) revive fantasmas del parquíé durante los últimos 30 años: Gabarrós versus Pizarro, Koplowitz contra Entrecanales, Conde frente a Los Albertos,… Ataques más o menos rastreros entre unos y otros que se han servido de cualquier arma para conseguir o controlar aquello que querían. La lucha por el poder es encarnizada y los empresarios no dudan en utilizar amantes, bulos, dossieres o filtraciones para cargarse a su contrincante. ¿Eliminar los blindajes suavizará estas peleas?
Todo vale en el mundo empresarial, como decir que tu mayor accionista ha mentido en sus cuentas como ha hecho Iberdrola con ACS. Banco Bilbao abrió la veda con la primera OPA hostil al Banesto, y los Sanahuja, los Entrecanales, Del Rivero y demás siguieron la estela para que nadie les incomodase en su poder. El Gobierno quiere acabar con los blindajes pero difícilmente terminará con las reyertas entre el poder económico del país.
Así Josíé Ignacio Sánchez Galán, Iberdrola, ha contraatacado esta semana contra Florentino Píérez al acusarle de falsear las cuentas de ACS. Un movimiento de ficha que llega tras solicitar ACS la entrada en el consejo de Iberdrola, de la que posee algo más del 12,5%. La ofensiva de Iberdrola contra ACS le ha salido barata: 600.000 euros. Este es el precio que ha pagado la elíéctrica por comprar 20.000 acciones de ACS que le han permitido presentar la demanda de irregularidad en las cuentas de la constructora y de paso sembrar la duda sobre su principal accionista.
Banco Bilbao contra Banesto: la primea OPA hostil
La historia empresarial española está llena de afrentas que florecieron a finales de los 80 del pasado siglo. El Banco Bilbao quería crecer a finales de 1986 y pensó que unirse al Banco Español de Críédito (Banesto) era una buena opción. Al consejo de administración de la entidad madrileña no le pareció buena idea y rechazó la oferta de fusión.
El presidente de Banco Bilbao, Josíé íngel Sánchez Asiaín, no queda contento con la decisión y en un ambiente en el que la banca se movía a travíés de pactos de caballeros presenta una OPA hostil, la primera de la historia empresarial española. Un escándalo en la íépoca pero que encontró en un jovencísimo Mario Conde, bajo el amparo de Juan Abelló, el caballero blanco de Banesto.
Lo que haría cualquiera es recurrir a los amigos y de repente el Banco Central sale en defensa de Banesto con una contraopa que limita las posibilidades del Banco Bilbao. í‰ste, finalmente, se da por vencido, se olvida de la idea de hacerse con el control de la entidad madrileña y termina por fusionarse en 1988 con el Banco Vizcaya. Nace el BBV.
Pero Mario Conde pasó de defensor a atacante en poco tiempo, una vez cogió las riendas de Banesto. El Banco Guipuzcoano se siente atacado e introduce una píldora envenada en sus estatutos: refuerza capital con acciones sin voto que chafan las aspiraciones anexionistas de Conde.
Quiíén quiera entrar tendrá que pagar un 20% más y lanzar una OPA por el 100%. Leyes antiblindaje que ahora el Gobierno quiero retirar para proteger a los accionistas minoritarios ante la desprotección que viven. La idea es “una acción, un votoâ€. El problema es que gran parte de las compañías del Ibex pueden ser controladas con participaciones sociales inferiores al 30%, porcentaje mínimo tras el que hay que presentar una OPA, lo que sigue dejando desamparado al minoritario.
Cartera Central, la prensa rosa acaba con Los Albertos
El Banesto no había olvidado sus ansías de crecer. La entidad de Mario Conde y el Banco Central de Alfonso Escámez acuerdan fusionarse a travíés de un holding al que bautizan como Banco Español Central de Críédito (BECC).
Los Albertos, venidos a más gracias al ladrillo, tambiíén quieren ser banqueros. Aparecen en escena a travíés de Cartera Central que compra algo más del 12% del Banco Central para formar parte de “El Pelotazoâ€.
Cartera Central queda participada al 51% por las hermanas Koplowitz (ConyCon) que gestionaban sus maridos, los primos Alberto Cortina y Alberto Alcocer, y un 49% en manos de KIO, un grupo kuwaití que estaba invirtiendo en España y que tenía en Javier de la Rosa a su hombre de confianza.
Con el ex ministro Miguel Boyer al frente de los intereses de las hermanas Koplowitz se recurre a la prensa del corazón para acabar con los Albertos. Las amantes de estos aparecen en las revistas del colorín y fuerzan el divorcio con las dos hermanas empresarias.
Intereses cruzados, ya que ni el Banesto ni el Central estaban por la labor de fusionarse. Ante el escarnio público las hermanas firman la paz con el Central. í‰stas se divorcian de sus maridos, venden su participación en el Banco Central y se quedan con ConyCon (futura FCC) mientras que los Albertos se hacen cargo del Banco Zaragozano. Todos contentos.
Más tarde, tanto el Central como Banesto abandonan su intención de fusión para alegría de Conde y de Escámez. El primero termina uniíéndose al Hispano en el Banco Central Hispano (BCH) que más tarde absorbería el Santander. Banesto termina intervenido por el Banco de España y con Mario Conde en la cárcel. Finalmente, el Santander termina comprando la entidad.
Entrecanales contra Koplowitz, dos grandes a la gresca
No es íéste el único enfrentamiento que vive Esther Koplowitz. En 2003, Acciona –familia Entrecanales- entra en FCC a la fuerza al hacerse con el 8,6% de FCC por 286 millones de euros. Comienza una batalla entre dos de las principales familias de la construcción, los Entrecalanes y las Koplowitz. Se oyen rumores de OPA, pero Acciona sólo alcanza el 15% de FCC en 2004. Ese mismo año pide tres sillones en el consejo de FCC. Esther Koplowitz consigue que por aclamación de la junta sean expulsados por ser parte de “una empresa rivalâ€. Similar a la jugada que ha hecho Iberdrola con ACS al no permitir entrar en el consejo.
Acciona al ver que no puede controlar a FCC decide retirarse pero no sin dar un disgusto a la empresaria. Los Entrecanales venden de la noche a la mañana su 15% a Inmocaral, en manos de Luis Portillo, que paga 1.550 millones en diciembre de 2006 por el porcentaje. “Esto no son formas de hacer las cosas†llegó a decir la empresaria al enterarse. Además su hermana, Alicia, tenía el 10% de Inmocaral
El ladrillo, el ring de pelea de nuevos ricos
La lucha por dominar el ladrillo convierte este sector en un corral con muchos gallos. Sirva como ejemplo Metrovacesa que desde 2003 sufrió seis OPAs. Ese año, los Sanahuja junto a Luis Portillo -presidente de Inmocaral y luego de Colonial- se convirtieron en los valedores de Joaquín Rivero en su batalla por mantener el control de Metrovacesa ante la OPA de los grupos italianos Caltagirone y Marchini.
Comienza entonces una de las mayores batallas empresariales de España. Tras tres años de matrimonio, los Sanahuja lanza una OPA por el 20% de Metrovacesa. Sólo un reparto salomónico terminó con la guerra: Metrovacesa o la parte española para Sanahuja y la francesa Gecina para Rivero y Soler. Pero los Sanahuja han durado poco ya que el coste de la batalla les ha llevado a que la empresa pase a mano de la banca acreedora. A Joaquín Rivero tampoco le ha ido mucho mejor en Gecina. A principios de este año el español renunciaba a su puesto de presidente no ejecutivo de la compañía, que no se su accionariado.
Francia, vecina y competidora de los empresarios españoles
Además de Metrovacesa en Gecina, Luis del Rivero (Sacyr) se fijó a principios de 2006 en Eiffage. La debilidad en la que había quedado la inmobiliaria francesa tras la salida de BNP Paribas de su accionariado, sirvió para que la española entrara con decisión. En pocos meses, Sacyr tenía el 30% del capital de Eiffage.
Un porcentaje que le daba posibilidad a Del Rivero de convertir a Eiffage en su nueva joya de la corona. El presidente de Eiffage, Jean Franí§ois Roverato, no estaba por la labor de que unos españoles dirimieran el futuro de su compañía así que suprimió el derecho de voto y no permitió su entrada en el consejo. La situación terminó con una OPA hostil de Sacyr por Eiffage que llegó a los tribunales.
El murciano terminó por anunciar en abril de 2008 que vendía su participación en Eiffage a un grupo de inversores institucionales franceses por el mismo precio que lo compró 1.920 millones de euros –lo comido por lo servido-. No ha sido íéste el único enfrentamiento de Del Rivero.
Repsol y el dividendo que no convence Sacyr alcanzó a finales de 2008 el 20% de Repsol y pasó a ser el primer accionista. Un poder que se tradujo en tres miembros en el consejo, incluido el propio Del Rivero. Sacyr quiere en todo momento reequilibrar el poder dentro de la petrolera, pero Brufau sabe que su puesto peligra por lo que no da ni un solo paso en falso.
Brufau, consciente de su poder y tras sopesar el apoyo, anuncia que Repsol recorta el dividendo un 19%. Una decisión que contenta a los accionistas, preocupados por el deterioro de la economía, y que de paso castiga a Sacyr.
Del Rivero no está muy de acuerdo con la idea y amenaza con vender su 20% en Repsol a Lukoil y el Gobierno entra en liza para proteger los intereses de España. Todo mientras Repsol intenta sustituir a Brufau, pero el catalán convoca un consejo extraordinario para ratificarse en su puesto. ¿Cuál será el siguiente paso en esta lucha por el poder?
La energía, joya que todos quieren en su cofre
El control de los puntos estratíégicos siempre ha sido codiciado y hoy en día dominar un sector como el energíético da mucho poder. En Octubre de 2005, Gas Natural lanza una OPA por Endesa. En palabras del presidente de Gas Natural: “hoy ponemos el semen y dentro de nueve meses tendremos la criaturaâ€. Pero se encuentra a Manuel Pizarro, presidente de Endesa, quien llega a afirmar que “nunca seríé empleado de La Caixaâ€.
La sorpresa llega, en medio de las peleas de Pizarro y Gabarró diariamente en los medios, cuando la alemana E.On mejora la oferta de Gas Natural en febrero de 2006. La Comisión Europea anuncia que debe dar su dictamen sobre la idoneidad o no de una concentración E.On-Endesa. Sólo un día antes de que se pronunciara la CE, Acciona entra en juego al comprar el 10% de Endesa y anunciar su interíés de llegar al 25%.
Más vale una retirada a tiempo que una derrota es lo que debió pensar Gas Natural. En ese panorama con E.On y Acciona pujando por Endesa la compañía catalana decidió retirarse. El Gobierno afirmó tras esta marcha que quería un control español de Endesa. Dicho y hecho, entró en guerra una nueva competidora y no española precisamente: la italiana Enel. í‰sta, al igual que Acciona, compró el 10% y anunció su intención de llegar al 25%. Finalmente y tras la mediación del Gobierno, Enel y Acciona compran el 92% de Endesa en octubre de 2007 con el visto bueno de E.On.
Todos contentos, pero en febrero del año pasado Acciona vende su participación en Enel y Endesa –el Gobierno siempre quiso que fuera española- queda en manos de los italianos. Cruzadas, las de las OPAs, que el Gobierno quiere finiquitar con la ley antiblindajes pero que seguramente seguirán dando luchas de poder con caballeros blancos y ponzoñas empresariales de las que los medios no dudarán en tomar parte.