La OEA inaugura hoy en la capital peruana su XL Asamblea General, en la que habrá pocas sorpresas y una agenda que gira en torno a una declaración sobre la paz, la seguridad y la cooperación que pretende limitar el armamentismo en la región.
La reunión anual de los cancilleres de los 33 países miembros activos de la Organización de Estados Americanos (OEA) será inaugurada por el presidente de Perú, Alan García, y el secretario general del organismo interamericano, Josíé Miguel Insulza.
Despuíés del acto formal de apertura, las delegaciones podrán disfrutar de un acto cultural y de las delicias gastronómicas de Perú en una recepción que ofrecerá García a los cancilleres en el Patio del Pisco del Museo de la Nación, donde tendrán lugar las sesiones plenarias de la XL Asamblea General.
Aunque los cancilleres de las Amíéricas iniciarán oficialmente su agenda de trabajo el lunes, tienen hoy varios actos previos a la inauguración, como los tradicionales diálogos de jefes de delegación con los representantes sindicales, de la sociedad civil y del sector privado, así como un almuerzo con los embajadores de los alrededor de 64 países observadores del organismo.
Los debates de la mayoría de estas sesiones serán presididos por Insulza y el canciller de Perú, Josíé Antonio García Belaúnde.
En muchos de ellos no participarán los cancilleres sino sus embajadores ante el organismo, dado que la mayoría llegará a Lima justo para asistir a la inauguración.
Pero en todos ellos el asunto principal será el tema de la Asamblea- “Paz, seguridad y cooperación en las Amíéricasâ€, un concepto que abarca los principales problemas de la región, como el narcotráfico, el crimen organizado, la seguridad pública y el desarrollo, pero tambiíén la defensa y el armamentismo.
De hecho, la OEA ha cerrado un proyecto de declaración, promovido por Perú, que gira en torno a la preocupación de algunos países miembros ante lo que consideran un “excesivo†armamentismo en la región y una exagerada asignación de recursos al gasto militar que podrían destinarse mejor o en mayor medida al desarrollo.
Por ello, la declaración, consensuada previamente y que será aprobada el martes, pretende limitar el armamentismo, fomentar la transparencia en la compra de armamento, fomentar medidas de confianza para crear un ambiente seguro y forjar un compromiso para destinar mayores recursos a solventar los problemas de los ciudadanos de las Amíéricas.