Por... Alfredo Schramm
El banco suizo en donde están los depósitos del país, paga solo 0,03% de interíés por los casi US$ 4.000 millones captados.
El creciente respaldo que acumuló el país en los últimos años para enfrentar shocks económicos externos, como por ejemplo, una brusca variación de la cotización del dólar, es restringido por la estrepitosa caída del rendimiento obtenido por la colocación de las reservas internacionales.
De acuerdo a datos provistos desde el Banco Central del Paraguay (BCP), la banca matriz dejaría de percibir unos US$ 40 millones, sólo este año, por los casi US$ 4.000 millones que el país acumula en tíérminos de reservas internacionales. La gran parte de los activos internacionales están depositados en el Banco Internacional de Pagos (BIS), en Basilea, Suiza.
Al primer trimestre del año, los intereses cobrados por las reservas reportaron US$ 1,7 millones; mientras que en el mismo período del año pasado, fueron US$ 12 millones, es decir, una reducción de 85%, en tíérminos interanuales. El desplome obedece a la baja tasa de interíés que el banco suizo paga al BCP, la cual se ubica hoy día en 0,03% al año.
Las tasas internacionales se habían precipitado luego del estallido de la crisis financiera internacional, a finales de 2008 y hasta ahora no vuelven a recobrar los niveles precrisis; sin embargo, la tasa promedio pagada actualmente por activos soberanos en los mercados internacionales se ubica en 1% al año, 0,97 puntos porcentuales más de lo que paga el BIS.
Dentro de todo, los US$ 4.000 millones siguen representando un buen colchón que tiene el país para mantener el equilibrio macroeconómico y transmitir seguridad para los inversores internacionales que miran al Paraguay.
MANIATADO
Entonces, ¿por quíé el Banco Central no coloca las reservas en otro banco?. La respuesta, según la propia banca matriz, es que está maniatada, es decir, no puede retirar el dinero del BIS porque se corre el riesgo de que las reservas sean embargadas. Por consiguiente, se prefiere asegurar el dinero en donde es inembargable, sacrificando los rendimientos. Anteriormente, el grueso de las reservas estaba en Estados Unidos, pero con la amenaza que representó el famoso caso Gramont Berres, el BCP transfirió las reservas a Suiza.
En el año 2005, el Tribunal Federal de la Confederación Helvíética dictó sentencia condenatoria en el juicio promovido por 10 bancos, iniciado en 1995 contra la República del Paraguay ante el Tribunal de la República y Cantón de Ginebra, por el cobro de falsas garantías otorgadas por Gustavo Gramont Berres en su calidad de cónsul honorario del Paraguay, en la íépoca de la dictadura. Paraguay fue condenado a pagar unos US$ 80 millones, más intereses. La condena no fue ejecutada y hasta hoy, el caso sigue sin resolverse.
“El Banco Central es esclavo de esta situación, no tenemos donde tener las reservas por los riesgos del embargoâ€, recordó ayer un alto funcionario del BCP.