La minera global Xstrata amenazó con anular proyectos australianos de carbón y cobre por 5.400 millones de dólares, culpando a un nuevo impuesto minero y llevando el valor de los nuevos desarrollos postergados a más de 20.000 millones de dólares en sólo un mes.
La iniciativa de Xstrata, que se centra en el estado de Queensland, de donde es oriundo el primer ministro Kevin Rudd, acumulará más presión contra el Gobierno para que modere un planeado impuesto de 40 por ciento sobre las utilidades mineras y dará más municiones a los opositores políticos al gravamen.
Xstrata, que el mes pasado detuvo parte de su exploración de cobre en Queensland, dijo el jueves que aplazaría 586 millones de dólares australianos de gastos en su proyecto de carbón tíérmico Wandoan, así como la expansión de su mina de cobre Ernest Henry.
Esa inversión es parte de un gasto de capital total planeado de unos 6.400 millones de dólares de Australia (5.400 millones de dólares estadounidenses) para completar ambos desarrollos en Queensland. El proyecto de carbón explica la mayor parte de esto, agregó la compañía.
Ninguno sería viable si se estableciera el impuesto, dijo en un comunicado el presidente ejecutivo de Xstrata, Mick Davis.
El Gobierno planea aplicar un impuesto del 40 por ciento sobre las rentas mineras a partir del 2012, argumentando que no recibe su parte justa del auge exportador de materias primas.
Pero la propuesta ha enfurecido a una industria minera que, junto con los sectores de combustibles minerales y metales, generó exportaciones de más de 90.000 millones de dólares australianos en los 10 meses a abril, el 58 por ciento del total de Australia.
El ministro de Comercio Simon Crean sostiene que el nuevo impuesto beneficiaría a los proyectos marginales al ofrecer reembolsos por regalías, que deben pagarse antes de que un proyecto logre ganancias.
Dijo que Xstrata había aplazado el proyecto previamente, antes de que la propuesta impositiva fuera anunciada a inicios del mes pasado.
“Esta no es la primera vez que Xstrata ha anunciado la suspensión de este proyecto en particularâ€, dijo a los reporteros, agregando que era hora de que las firmas mineras mantuvieran un debate honesto sobre los impuestos.
“Desearía que se abordaran en forma adecuada todos los detalles de esto, en forma privada y tranquila, y se trabajara realmente hacia lo que parece ser un objetivo comúnâ€, dijo Crean.
Las operaciones australianas contribuyeron en cerca del 39 por ciento de las utilidades netas de 2.770 millones de dólares que obtuvo Xstrata en el 2009.
Rudd dijo que la amenaza de Xstrata, de cancelar proyectos, era parte de la batalla política de la industria contra el impuesto.