Se va perdiendo el miedo al riesgo país
por Josíé Antonio Fernández Hódar en Expansión
Al margen de que las calificaciones de las tres principales agencias de ráting no hablan de que pueda existir riesgo de impago de los intereses, ni devolución del principal al vencimiento. Lo del riesgo país, explicado a alguien ajeno a los mercados, tiene necesariamente que calificarlo como un enredo más, del que algunos sacarán provecho.
Al invertir en deuda pública emitida por España se obtiene una rentabilidad del 2% por encima de la que se puede obtener comprando bonos alemanes. ¿Y eso por quíé? Porque hay riesgo de que España tenga problemas para pagarla al vencimiento. Es lo que se llama riesgo país. De acuerdo. A partir de aquí hay que preguntarse quiíén está dispuesto, por un 2%, adicional, a arriesgarse a que no le paguen los intereses prometidos o, que en el peor de los casos, no recupere la inversión. Resulta difícil de digerir, por lo que más de uno piensa que es un montaje creado alrededor de países que se han endeudado en exceso.
Y que quienes invierten en ellos están convencidos que, de la misma forma que se sacó a los bancos de negocios de la quiebra poniendo dinero encima de la mesa, o nacionalizándolos, no se va a permitir que ningún Estado llegue a situaciones límite, porque el barro salpicaría a todos. Con lo cual, si se puede sacar algo de tajada a la situación, se cargan las tintas y se pesca en el río revuelto.
Y si Gobiernos como el español, que gastan cuatro euros por cada tres que ingresan, ponen freno al despilfarro y el BCE está dispuesto a prestar dinero a quiíén lo necesite, de un problema potencial se habrá pasado a una situación en la que se han tendido las vías para ir rodando hacia la solución del problema.
Y si a las empresas que siguen teniendo buenos resultados se las puede comprar a precios de saldo, se siguen cargando las tintas. Los inversores se asustan. Malvenden, y se va engordando la cartera con títulos a precios de segundas rebajas que luego, cuando se cambie el discurso y las noticias apunten a la salida de la crisis, se venderán a precios mucho más altos.
Podríamos pintar el decorado en morado tirando a negro. Pero de eso ya se encargan otros que tienen más experiencia en la literatura catastrofista. Pensamos que España está en el buen camino. Zapatero ya le está echando flores a los sindicatos y estos no osan atacar al Ejecutivo. Una paz que permitirá apretar tuercas sin que chirríen lo ejes, ya que tras las tímidas medidas adoptadas, le darán a ZP tirones de orejas, aunque se les pongan como soplillos, desde Alemania y Francia, pasando por el BCE, el FMI o el Banco Mundial y tendrá que aplicarse en serio para reducir tanto gasto estúpido e insoportable.
El viernes se puso de manifiesto, más que las ganas de subir, el atractivo precio de muchos valores. Hay que poner en tela de juicio la posibilidad de estar ante un alza continuada. Viviremos más episodios bajistas, y fuertes oscilaciones, pero tenemos la impresión de que lo más selecto puede haber tocado fondo.