Las constructoras se amotinan contra la Ley de Morosidad
Tambores de guerra. Las constructoras se sublevan contra la nueva Ley de Morosidad. Consideran una injusticia que no se hayan aprobado más excepciones a su favor, debido a la singularidad de su sector en cuanto a los plazos de pago. Al contratar mayoritariamente con el sector público –el peor pagador del país–, las empresas tienen más difícil pagar a tiempo a sus subcontratistas y proveedores, así que piden un trato de favor.