El escándalo de British Petroleum (BP) por la masiva fuga de crudo en el Golfo de Míéxico puede afectar a Repsol, que tiene en esta zona de Estados Unidos uno de sus dos principales yacimientos de hidrocarburos. La compañía española se puede ver obligada a paralizar los trabajos de exploración del campo Bucksin.
Así lo han confirmado fuentes próximas a Repsol, que no han querido dar más detalles sobre esta incidencia. Un portavoz oficial de la compañía española corroboró en un primer momento esta información, aunque posteriormente la matizó. Según su versión, lo que podría afectar a sus planes en la zona es el desarrollo del campo Buckskin, descubierto en febrero de 2009 y en el que Respol tiene una participación del 12,5%. El resto está en manos de Chevron (55%), Maersk (20%) y Samson (12,5%).
Las primeras pruebas en esta área de Keatlhey Canyon, a unos 300 kilómetros de la costa de Houston, arrojaron una columna de 100 metros de crudo. El pozo tiene una profundidad de unos 10.000 metros, con una lámina de agua de 2.000. Según Respol, el comienzo de la exploración está previsto para principios de 2011, por lo que no le afectaría la prohibición aprobada por el Gobierno de Barack Obama que no otorgará permisos para realizar perforaciones petroleras en alta mar hasta al menos noviembre de este año.
Sin embargo, fuentes próximas a Repsol dan por hecho que, debido a la magnitud del desastre provocado por BP, la restricción se prolongará durante más tiempo, y que se exigirán mayores controles de seguridad. “Se desconoce cuanto tiempo se extenderá la suspensión de los permisos, pero hay que tener en cuenta que para Obama esta catástrofe natural, la mayor de Estados Unidos, es similar a la que sufrió George W. Bush con el Katrinaâ€, argumentan.
La decisión del presidente de los Estados Unidos tiene paralizadas 33 plataformas de prospección petroleras en aguas profundas frente a las costas estadounidenses. Cada una representa un coste de 500.000 dólares diarios y no se sabe cuál será su futuro. Repsol asegura que esta decisión no ha afectado para nada a la producción del otro gran pozo que tiene en la zona, el de Shenzi, ni tampoco los estudios adicionales de exploración.
Fuentes de la industria petrolífera explican que la dimensión de la fuga de BP va a tener un efecto demoledor en el sector y que la reunión del presidente con las cinco mayores multinacionales puede suponer un antes y un despuíés en los míétodos de seguridad y en la concesión de los permisos para explorar. “Habrá más dificultades y sacar petróleo de aguas profundas costará mucho másâ€, indican.
La joya de la corona
Repsol ha concentrado en el Golfo de Míéxico gran parte de sus esfuerzos de exploración de los últimos 24 meses. El grupo presidido por Antonio Brufau, junto a BHP Biliton y Hess Corporation, han puesto su base de operaciones en el gran yacimiento de Shenzi, frente a las costas de Louisiana, muy cerca donde la multinacional británica está perdiendo al día unos 20.000 millones de barriles de petróleo.
El último descubrimiento de Repsol en esta zona fue en octubre del pasado año, cuando la petrolera anunció dos nuevos hallazgos, en los pozos Shenzi-G104 y Shenzi-8, lo que confirmó el "alto potencial" de este megacampo, que, según la empresa, “supera ampliamente las expectativas de producción". Los resultados han sido tan positivos que hasta la plataforma allí instalada está produciendo 120.000 barriles de petróleo al día, un 20% más de la capacidad inicialmente esperada.
En el primero de los pozos, el Shenzi-G104, Repsol encontró una nueva columna de 170 metros de hidrocarburos, mientras que en el Shenzi-8 halló una columna de 30 metros. El Shenzi-G104, que tiene una profundidad total de 7.804 metros, empezó a producir el pasado mes de septiembre y está pendiente de una evaluación más extensa para determinar su potencial y futuro desarrollo. Por su parte, el Shenzi-8, con una profundidad de 7.895 metros, fue perforado en noviembre de 2008 y Repsol cree que tiene “un potencial adicionalâ€. La compañía no especifico si la prohibición afectará a estos nuevos hallazgos.
Repsol participa con un 28% en el consorcio que opera en Shenzi, el mismo porcentaje con el que participa Hess Corporation. Por su parte, BHP Billiton posee una participación del 44% y es el operador del consorcio.
La producción en el campo Shenzi comenzó en marzo de 2009 a travíés de una plataforma instalada a 195 kilómetros de la costa de Louisiana, en Estados Unidos. Esta plataforma se alimenta en la actualidad de diez pozos, aunque está previsto ampliarlos a quince. La exploración y producción de petróleo en el Golfo de Míéxico es uno de los diez proyectos clave del Plan Estratíégico 2008-2012 de Repsol. En la industria se considera que esta zona de aguas profundas es una de las más rentables del mundo. . La inversión total del campo de Shenzi se estima en 4.900 millones de dólares.
El grupo participado por La Caixa y por Sacyr no ha parado de perforar esta área. De hecho, el pasado 17 de marzo obtuvo la adjudicación de 16 nuevos bloques exploratorios en la “Lease Sale†213 en el Golfo de Míéxico estadounidense. La compañía asegura que este último hallazgo es a la largo plazo y que no está afectado por la prohibición de Obama..
