España un protectorado de Bruselas y Washington
por Antonio León
El único íéxito del Gobierno Zapatero en su actual desempeño de la Presidencia semestral de la UE será arrancar a sus socios un mecanismo para intentar evitar la quiebra del Estado.
El 9 de mayo, en una reunión en Bruselas bajo la presidencia de Elena Salgado, vicepresidenta económica, los ministros de Economía y Finanzas de los 27 países de la UE sentaron las bases de un fondo ultimado la semana pasada en Luxemburgo, cuya puesta en marcha está en el disparadero. En el caso de España, la idea es presentarlo no como un alarmante plan de rescate en toda regla, sino como una más discreta inyección de liquidez.
¿Cuánto dinero tiene el fondo?
s Según el acuerdo alcanzado por los Gobiernos europeos, el fondo suma un máximo de 750.000 millones de euros. Los primeros 60.000 millones son flecos del presupuesto comunitario.
Los 16 países que comparten el euro como moneda única avalarán la emisión de deuda de un vehículo financiero especialmente creado para este propósito, con sede en Luxemburgo y dirigido por un alto eurócrata alemán: así se espera movilizar otros 440.000 millones de euros. Los 250.000 millones de euros restantes vendrán de Washington, aportados por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
¿Cuándo tarda en estar disponible?
En este tipo de rescates de arcas públicas estatales, las inyecciones de príéstamos para reflotar a los países en apuros se realizan de manera escalonada en pagos trimestrales a lo largo de varios años. De manera que para empezar el rescate español no es necesario que todo el dinero estíé sobre la mesa. A día de hoy, los recursos más rápidamente movilizables son los 60.000 millones de euros que aportaría el presupuesto de la UE. Gracias a este primer tramo, los responsables europeos han podido atar los flecos del mecanismo de rescate sin precipitaciones.
¿Cuánto dinero necesitará España que le presten?
El rescate de Grecia suma 110.000 millones de euros (80.000 millones prestados a Atenas por los países de la zona euro y otros 30.000, por el FMI), que se entregarán durante tres años, a un tipo de interíés que ronda el 5 por ciento. Bruselas confía en que termine por ser innecesario una parte de este montante. Por lo que a España se refiere, a lo largo de las últimas semanas han corrido principalmente dos cifras por los mercados, por los pasillos de Bruselas e, incluso, por la prensa de Estados Unidos. Según la primera, España necesitaría unos 280.000 millones de euros para hacer frente a sus necesidades de financiación. La otra estimación apunta a que si se espera a que la situación se agrave mientras los europeos se ponen de acuerdo, como ocurrió con la República Helena, el coste equivaldría a multiplicar por seis el rescate griego.
¿Cuáles son las condiciones?
La antesala de las operaciones de rescate del FMI siempre son entre dos o tres semanas de negociación, proceso durante el cual los expertos de este organismo husmean cada detalle del presupuesto del país receptor, e imponen un plan de ajuste draconiano: recorte del gasto público, subida de impuestos, reformas estructurales, etcíétera.
Pese a que países como Francia y España se oponían a que el FMI interviniera en el rescate de países de la zona euro, otros como Alemania y Holanda defendieron que tenía más experiencia y estaba mejor equipado que Bruselas para esto menesteres. En realidad, querían un vigilante lo más severo posible de los planes de salvamento.
A la hora de apretar las clavijas al Gobierno español, además del FMI y la Comisión Europea, tambiíén participará el Banco Central Europeo (BCE). Y los Gobiernos de Alemania y Holanda no dejarán de hacerse oír. De ahí que en Bruselas se ironice con que Grecia y los países que la sigan pierden el control de su política económica y se convierten en protectorados de Bruselas, Was- hington y Fráncfort.
¿Cuál es la misión del fondo: evitar la quiebra o gestionar una voladura controlada?
Según ha afirmado públicamente el conservador belga Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, el rescate de Grecia y los rescates para los que pueda ser utilizado el fondo de 750.000 millones de euros, cuya vigencia se limita a tres años, excluyen toda posibilidad de reestructuración de la deuda.
Sin embargo, el Gobierno alemán ha planteado la posibilidad de quiebras controladas, ante el temor de que en la UE no haya recursos para apuntalar a Estados de la talla de España, Italia o Francia. Pero la voladura ordenada de un Estado de la zona euro, si nadie se sale del guión, está limitada a una discusión a medio o largo plazo. De momento, el propio Van Rompuy ha asegurado que si los 750.000 millones de euros no fueran suficientes, se pondría más.