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Autor Tema: Los especuladores atacan la deuda española a corto plazo, su flanco más díébil  (Leído 392 veces)

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Los especuladores atacan la deuda española a corto plazo, su flanco más díébil
   
por Alberto Cañabate
Invertia.com

Un paro del 20% y unas perspectivas de crecimiento exiguas para los próximos años convierten a España en unos de los blancos preferidos de la gran banca de inversión. Fuentes conocedoras aseguran que estas entidades centran sus ataques en los bonos de más corto plazo, ya que son los primeros en dejar de pagarse. Otra estrategia para ganar dinero de la crisis económica pasa por calentar las subastas que realiza el Tesoro.

Según fuentes conocedoras, los bancos que apuestan contra la deuda española se posicionan en la zona corta, aquellos bonos que cuentan con un periodo de vencimiento inferior a tres años. “Se ponen bajistas en España en los bonos a dos años y compran un poco de diez años”, resume el responsable de trading de una entidad financiera española.

Este ataque a la parte corta de la curva se demuestra en los diferenciales respecto al bono alemán en los diferentes tramos. Mientras que el spread entre la deuda a diez años de ambos paí­ses está en 193 puntos básicos (pb), el de los bonos con vencimiento a tres años se sitúa en 247.

“Los bancos españoles intentamos comprar en la zona corta porque no queremos que España entre en bancarrota. Tenemos que sostener esas subastas”, afirman a este portal fuentes bancarias que prefieren guardar privacidad. La rentabilidad del bono español a dos años es la más alta tras la del griego dentro de los paí­ses que componen el euro, por encima incluso de la del portuguíés.

Si un paí­s quiebra, los primeros bonos que deja de pagar son aquellos que tienen un plazo de amortización menor. De ahí­ se justifica que la gran banca de inversión centre sus ataques en la deuda que cuenta con un vencimiento más corto. “Cuando las curvas crediticias se comienzan a invertir, es que hay un problema crediticio claro”, explica esta fuente. Por ejemplo, el bono griego a dos años igualó su rentabilidad al de 10 en el momento álgido de la crisis helena.

Esta es una de las principales estrategias que siguen los gigantes de la banca de inversión para apostar contra España. Las fuentes consultadas aseguran que estas entidades acuden a las subastas del Tesoro sólo para cubrir las posiciones cortas o en nombre de sus clientes. Además, en muchas ocasiones están obligados a participar en las colocaciones porque son creadores de mercado.

“Los bancos extranjeros venden el bono en el mercado gris y compran más tarde y más barato en las subastas [mercado primario]”, comenta a este portal desde una entidad mediana española. “Lo que hacen es calentar las subastas y cubrir la posición corta con compras en el primario […] es una estrategia muy común”.

Ese calentamiento consiste en lo siguiente: si el Tesoro tiene prevista una emisión, la banca de inversión vende bonos en el secundario al descubierto antes de que se realice la colocación. Esa presión de papel provoca una caí­da del precio del bono y una mejora de la rentabilidad. Por lo tanto, esos bancos podrán recomprar más baratos en la subasta los bonos que vendieron previamente. Además, obtienen un mayor tipo de interíés.

La rentabilidad del bono español a 10 años se sitúa ahora en el 4,55%, frente al 3,9% de marzo y abril. El máximo está en el 4,912% del 16 de junio, pero las medidas del BCE de dar liquidez ilimitada a la banca al 1% y la decisión de España de publicar las pruebas de estríés a los bancos calmaron a los mercados. El diferencial respecto al alemán tiene su máximo en 221 puntos básicos, tambiíén del 16 de junio.

DIFICULTADES PARA FINANCIARSE

Esta desconfianza respecto a la marca España ha provocado el cierre a cal y canto de los mercados de capitales. Los bancos del paí­s llevan más de dos meses sin colocar un bono, por lo que el banco central se ha convertido en la principal fuente de financiación. “Vamos a tirar del BCE”, reconocen desde un banco mediano.

Esta ha sido la estrategia desde el verano de 2009: pedir dinero al BCE al 1% y comprar deuda soberana a corto plazo al 3%. Gracias a la generosidad de Jean Claude Trichet, presidente de la institución monetaria, los bancos han impulsado sus márgenes de negocio pese a no dar críédito a cambio de financiar el díéficit público. Además, a lo largo de 2009 y 2010 han vendido muchos de estos bonos con plusvalí­as.

El principal riesgo en el que incurre el banco con esta estrategia es la depreciación del precio del bono. Esa píérdida va contra resultado, aunque desde una entidad consultada argumenta que el efecto negativo se ve compensado por el incremento de los márgenes de intereses. Además, el bono se aprecia a medida que su vida acaba (efecto slide).




Voy del oro a Squirrel Media y tiro porque me toca.