El Plan de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) inauguró hoy una conferencia internacional en Pekín con el objetivo de concienciar sobre la necesidad de abandonar las tradicionales bombillas incandescentes, que suponen un gran gasto energíético para el planeta.
El foro, patrocinado tambiíén por el Gobierno chino y el Fondo Global para el Medio Ambiente (GEF), servirá para compartir experiencias sobre la sustitución de estas bombillas por otras de bajo consumo en países como Australia, Canadá y Japón, así como las campañas de concienciación en China, que produce el 70 por ciento de las bombillas mundiales.
“La iluminación representa un 19 por ciento del consumo de energía del planeta, pero cambiar las bombillas puede reducir este consumo en un tercioâ€, dijo en la apertura la subdirectora del PNUD en China, la brasileña Silvia Morimoto.
Morimoto destacó especialmente los esfuerzos de China en la mejora de su iluminación, por ejemplo a travíés de planes de reparto de 270 millones de lámparas de bajo consumo en todo el país.
No obstante, según el experto Lu Wenbin, de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, todavía existen dificultades en China para convencer a su enorme población de que adopte las lámparas no incandescentes, debido a su mayor precio en las tiendas.
Lu subrayó que en una díécada se ha logrado que más de la mitad de las lámparas que se producen en el país sean de bajo consumo, cuando hace 10 años sólo eran una de cada seis.
Según el experto, el Gobierno chino proyecta que para 2015 un 20 por ciento de la iluminación pública y un 50 por ciento de los carteles luminosos usen lámparas de bajo consumo.
“Un simple cambio de una bombilla puede mitigar significativamente las amenazas del cambio climáticoâ€, destacó el PNUD en el foro.