EL PODER DE LAS PIRAMIDES
Desde las investigaciones del historiador Herodoto hasta las más modernas, las pirámides de Egipto siempre se asociaron a misterio, magia y poder.
Aparte de las pirámides de la legendaria tierra del Nilo, se han encontrado otras que han llamado mucho la atención. La sumergida en el triángulo de las Bermudas o las detectadas en el planeta Marte, son similares a las mayas y aztecas o a la encontrada en plena selva Amazónica.
¿Quíé misterio encierran en si mismas estas formas? ¿Quiíénes poseían los asombrosos conocimientos matemáticos que lograron una orientación específica que se repite en casi todas las construcciones? ¿Fueron hechas como observatorios astronómicos, templos iniciáticos o concentradores de energía?
Lo cierto es que hoy aún no se ha descifrado a ciencia cierta cuál fue la forma en que trasladaron las piedras y la manera en que fueron construidas.
Si bien algunos historiadores dicen que los zigurats de los caldeos fueron anteriores a la construcción piramidal egipcia, fueron estos, los egipcios, los que llegaron a la construcción piramidal más perfecta que constituye el complejo Keps, Kefren y Micerino.
Y sin duda que los grandes conocimientos de los egipcios han sido debidos a grandes maestros.
En 1828, fue descubierta en Egipto una piedra que mencionaba a un antiguo libro que había sido destruido por el sucesor del Faraón Ramses II llamado Khauna. El libro mencionado habla sido escrito por Toth, la venerada y mítica figura egipcia a la que se le atribuye la creación de las matemáticas, los números, la escritura y toda la ciencia.
En dicho manuscrito, Toth enseñaba grandes secretos entre los que incluida poderes para dominar la naturaleza y sus energías, sugestionar a personas a distancia y comprender el lenguaje de los animales.
En el texto se daba una fórmula para poder mirar el sol de frente. Posiblemente se tratara de profundos conocimientos energíéticos que hoy están siendo dados a luz.
Muchos clarividentes han expresado que Toth, el legendario egipcio, llamado por los griegos Hermes Trimegisto, había llegado a Egipto desde la mítica Atlántida, la legendaria ciudad descripta por el filósofo Platón en su obra Critias. Esta civilización habría llegado a construir grandes pirámides y se calcula que su desarrollo de la psicotrónica será alcanzado en el comienzo del tercer milenio.
Los egipcios relatan que Toth, llamado luego por los griegos Hermes Trimegisto, habría aparecido súbitamente en Egipto venido del oeste, tal como se describiera a otros maestros de la humanidad luego deificados.
Hoy en día se le atribuyen a Hermes los grandes principios que son conocidos como principios hermíéticos.
La tumba del mítico Trimegisto fue encontrada. Allí había una inscripción que decía: “Lo que es arriba es abajo y lo que es abajo es arribaâ€, “Lo que es adentro es afuera y lo que es afuera es aden troâ€.
Posiblemente en esta frase estíén encerrados los grandes enigmas de la humanidad.
Lo que es adentro es afuera se refiere a la importancia que tiene el pensamiento. Todo pensamiento genera hechos, situaciones en el exterior. Nosotros somos el resultado de lo que pensamos y construimos en el afuera lo que gestamos en el adentro.
Observamos tambiíén que lo de afuera gravita sobre lo de adentro. Lo de afuera modifica tambiíén el interior y esto nos lleva a entender que todo está interrelacionado e interpenetrado por una constante red de energía. Lo que es arriba, el macrocosmos, es igual a lo que es abajo, el microcosmos.
Estas relaciones de energía establecidas por Hermes nos hacen pensar en el funcionamiento de las hoy conocidas ríéplicas piramidales.
Realizando una ríéplica en escala de la gran pirámide de Keopps o de Kefren es factible obtener resultados en el afuera, colocando un pedido psicotronizado en su interior.
¿Fueron las pirámides realizadas con fines de condensar, amplificar y emitir poderosos pensamientos?