Los centros comerciales en números rojos, a la espera del rescate chino
por Ismael Labrador y Juan M. Barberá
Parecía la crónica de una muerte anunciada, porque la ubicación del centro comercial Avenida M40, en una zona de excesiva concentración de centros rivales en el sur de Madrid, sumada a los efectos de la actual crisis económica, no presagiaba nada bueno. Y ocurrió.
A mediados de enero pasado, la sociedad Avenida M40 SA, que pertenece al Fondo Sierra, a su vez participado en un 50,1% por la empresa portuguesa Sonae Sierra, presentaba concurso de acreedores y se declaraba insolvente para afrontar una deuda de casi 40 millones de euros de los cerca de 68 millones que costó el centro comercial. En concreto, la deuda la reclaman los bancos que financiaron el inmueble con 68,25 millones de euros, de los que aún quedan por devolver cerca de 39,8 millones.
Propietaria del negocio
Sin embargo, como suele suceder en estos casos, Sonae Sierra no era la propietaria del negocio, sino un fondo de inversión, Fondo Sierra, que la propia Sonae Sierra había creado en Portugal y de la que controla el 50,1%.
Pero la noticia más espectacular ocurrió hace unas semanas, cuando un grupo de empresarios chinos hizo una oferta en firme -y dicen que en efectivo- para hacer frente a las deudas, comprar el centro comercial y transformarlo en una especie de conglomerado de multifirmas orientales.
Asegurar el trabajo
Según declaraciones del alcalde de Leganíés, Rafael Montoya, que al cierre de esta edición desconocía si la oferta de los chinos era oficial y, en ese caso, seguía en pie, "estamos dispuestos a ayudarles siempre que pretendan relanzar el proyecto dentro del marco de la legalidad y de las ordenanzas municipales".
Montoya añadió que estará al lado de cualquier proyecto que implique la creación de empleo. "Es un centro muy importante -dijo en alusión al Avenida M40- y de íél puede depender un millar de puestos de trabajo directos e indirectos", tras recordar que los actuales propietarios del inmueble se pusieron en contacto con el Consistorio para estudiar posibles cambios de uso hace meses, ante el presumible cierre del centro comercial.
Salidas viables
Pero esta fórmula de cambio de uso no parece una salida viable. Alfonso Tezanos, presidente de la Federación de Empresarios de la Comunidad de Madrid (Fedecam), explica que "el centro no se puede dedicar a otra cosa" y califica la entrada del capital chino como "una posibilidad que valoramos de forma muy positiva. Si hay alguna manera de rescatar ese centro comercial es en manos de los chinos". Y es que para Tezanos, "la fórmula tradicional de los centros comerciales se está agotando y por eso estamos asistiendo al cierre de varios de ellos. Se necesitan nuevas fórmulas".
Incluso, las fuentes consultadas por este diario han afirmado que en un momento de crisis como íéste, el capital chino podría ser una bombona de oxígeno para otros centros que estíén en dificultades.
Y es que no hace falta salir de la zona sur de Madrid, donde se levanta Avenida M40, para encontrar otros ejemplos que ratifican las palabras del presidente de la patronal de empresarios madrileños.
En Alcorcón, municipio que cuenta con más de 150.000 habitantes, se ubica Opción, un centro comercial inaugurado en 2002 que hoy se encuentra con sus locales cerrados y otro tanto pasa en Barcelona o Zaragoza, donde desde hace dos díécadas algunos de sus centros están llenos de carteles de se alquila en sus locales.
Gancho turístico
¿Y quíé es lo que puede aportar la inversión china para renovar la fórmula de un centro comercial como Avenida M40? Desde la Asociación de Chinos de España, una institución que agrupa a cerca de 2.000 empresarios chinos, se muestran cautos a la hora de hablar del tema.
"No sabemos quiíénes son los que quieren comprar el centro comercial", advierte Hong Guang Yu Gao, vicepresidente de la asociación y miembro de la Cámara de Comercio de Madrid quien, en cambio, reconoce que de concretarse esta posibilidad sería "algo positivo, porque si el centro se enfocara hacia la cultura china, resultaría atractivo para la gente. Aquí (en España) se conoce poco de China por la distancia entre ambos países".
Guang Yu Gao no descarta incluso que la zona se transforme en "un atractivo turístico. En ciudades como Londres, Nueva York o Singapur hay lugares de comercio chino, y en San Francisco es muy famoso el Chinatown, que acoge muchísimo turismo. Esto tambiíén podría funcionar en Madrid, es algo que vendría bien".
El concepto que se tiene en España de empresario chino es el de un autónomo que abre un local de alimentación, bazar, o restaurante, y que en ocasiones no dispone de las licencias pertinentes. ¿Es íéste el verdadero músculo empresarial que tiene esta comunidad en nuestro país? "Eso de que abren tiendas sin saber cómo funciona el sistema empresarial en España ni tener las licencias necesarias es una leyenda", contesta Tezanos. "Los empresarios chinos (que sólo en la Comunidad de Madrid cuentan con 9.000 establecimientos) se están integrando muy bien en nuestra economía".
Modernizar los comercios
"Hace años sí había denuncias", matiza, "pero en 2006 firmamos un convenio con la Confederación de Empresarios Madrileños (Ceim) y con la comunidad china para comprometernos a trabajar por la legalidad de sus establecimientos y se ha conseguido que el comercio chino se modernice". De hecho, el presidente de Fedecam cree que "el desarrollo de las relaciones comerciales entre empresarios madrileños y chinos ha crecido. Ellos nos ayudan con nuestras exportaciones".
Guang Yu Gao, por su parte, tambiíén considera que el papel del empresario chino va más allá de la regencia de una tienda de alimen- tación. "Tenemos empresas de importaciones y exportaciones. Los chinos pueden gestionar muy bien un centro comercial como Avenida M40", sentencia.
La parte vendedora
Pero antes de que esta opción se torne real habrá que resolver el enredo en el que se haya inmersa la propiedad del centro. Tal y como se ha señalado, la empresa titular Avenida M40 es la marca creada por el fondo de inversión Sierra, que Sonae Sierra creó por un valor de 300 millones de euros.
Esta filial portuguesa es especialista internacional en centros comerciales y en España, hasta el cierre del centro de Leganíés, poseía doce: Plaza Mayor, en Málaga; Parque Principado, en Oviedo; Gran Casa, en Zaragoza; Max Center y Zubiarte, en Bilbao; Valle Real, en Cantabria; La Farga, en Barcelona; Dos Mares, en Murcia; Luz del Tajo, en Toledo; Plaza í‰boli, en Madrid y El Rosal, en Ponferrada.
El grupo cuenta con más de medio centenar de superficies comerciales en países de Europa y Brasil, y en España tiene como socios a Mall, LAR, Eroski e Iberdrola.