Por... Martin de Montvalon
La políémica en torno a la heredera de L''Oríéal, Liliane Bettencourt, ha reavivado los temores en Francia de ver al grupo de cosmíéticos y joya de la industria nacional pasar bajo control del gigante suizo Nestlíé.
Fundado en 1909 por el padre de Liliane Bettencourt, la mujer más rica de Francia, L’Oríéal se encuentra controlada actualmente en forma mayoritaria por la familia a travíés de un holding que tiene el 31% de las acciones.
Pero Nestlíé, aliado a los Bettencourt desde 1974, poseíé 29.8% del capital.
Liliane Bettencourt se encuentra en estos momentos en el centro de una políémica de múltiples facetas, que alcanza incluso al gobierno francíés y al presidente Nicolas Sarkozy.
Pero desde el vamos el caso Bettencourt es ante todo un conflicto familiar entre una madre y su hija.
Franí§oise Bettencourt-Meyers, la hija de Liliane, acusa al fotógrafo Franí§ois-Marie Banier de haber abusado de la debilidad de su anciana madre para obtener de ella donaciones en torno a mil millones de euros.
Bettencourt-Meyers ha pedido a la justicia, sin íéxito, que su madre sea colocada bajo tutela judicial.
Liliane Bettencourt y sus abogados contribuyeron a reavivar las especulaciones sobre el interíés de Nestlíé por este emblema de la industria francesa, que emplea a 65,000 personas y tiene una capitalización bursátil de unos 47,000 millones de euros.
En varias ocasiones, Bettencourt y sus letrados aseguraron que la denuncia de la hija tiene como objetivo garantizarle el control del grupo para luego vender su parte a Nestlíé, algo que Franí§oise Meyers-Bettencourt rechaza de forma categórica.
Pero esta hipótesis podría explicar el interíés del poder político por este caso y las grabaciones de las conversaciones telefónicas de la multimillonaria con el administrador de su fortuna, Patrice de Maistre.
“Este caso puede poner efectivamente en riesgo el futuro de una de las mayores empresas francesas“, reconoció la ministra de Justicia, Michí¨le Alliot-Marie.
Pero una toma de control de Nestlíé a partir de las disputas judiciales entre los Bettencourt parece difícil.
Liliane Bettencourt cedió en 2004 sus acciones a su hija y sus nietos como nuda propiedad.
Es decir que ella controla los derechos de voto y sigue recibiendo los dividendos de sus acciones, legalmente en manos de su hija y nietos, pero que no pueden cederlas.
Además Nestlíé, cuyo director general se pronunció recientemente por el statu quo, y la familia Bettencourt, están vinculados por un pacto de accionistas que prohíbe a ambas partes aumentar su porcentaje hasta seis meses despuíés de la muerte de Liliane Bettencourt.
Incluso la posibilidad de que Liliane Bettencourt sea colocada bajo tutela judicial no garantizaría el control de las acciones de la familia por parte de su hija, ya que sería necesario que la justicia designe un mandatario.
Pero para ciertos analistas, Nestlíé debería estar interesado en tomar el control de L’Oríéal y sus marcas (Lancí´me, Biotherm, Armani, Cacharel, etc...), teniendo en cuenta los “mil millones de nuevos consumidores de los países emergentes“ que podría sumar, según Pierre Tegner, de Oddo Securities.