Una amplia mayoría de los trabajadores de la planta que el fabricante estadounidense General Motors (GM) tiene en la ciudad francesa de Estrasburgo aceptaron el plan de ajuste salarial propuesto por la dirección como condición para mantener la actividad y evitar una deslocalización a Míéxico.
Según los resultados presentados la pasada noche por los sindicatos, que habían organizado un referíéndum consultivo entre los alrededor de 1.150 empleados de la fábrica -en el que participaron el 97% de los convocados-, un 70% se pronunciaron en favor de aceptar las
condiciones de la empresa.
En concreto, 645 empleados dijeron ''sí'' al plan que prevíé la congelación salarial durante dos años y la renuncia a un tercio de los días no laborables a los que tienen derecho a cuenta de la reducción del tiempo de trabajo, mientras 268 votaron en contra, explicó la emisora de radio ''France Info''.
La dirección de la planta, que se felicitó de esta “fuerte aprobación†de su oferta, quiere reducir en un 10% los costos de producción para conseguir que GM le otorgue el mes próximo la fabricación de unos nuevos cambios de velocidad sobre los que se especulaba que podrían producirse en caso contrario en instalaciones del constructor automovilístico en Míéxico.
Los sindicatos y el comitíé de empresa tenían previsto reunirse hoy para ver si se logra el consenso de todos los sindicatos para suscribir el acuerdo, que era la condición de la dirección para llevar adelante el ajuste y garantizar la paz social.
La Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT, mayoritaria), Fuerza Obrera (FO) y la Confederación Francesa de Trabajadores Cristianos (CFTC) estaban en favor de aceptar las condiciones, mientras que la Confederación General del Trabajo (CGT) había pedido un voto negativo