MIAMI, Florida - Los hispanos en Estados Unidos están sufriendo la difícil situación económica más que otros grupos del país.
A casi la mitad o más de ellos les preocupa mucho perder su trabajo, no poder pagar sus cuentas o ahorrar para la universidad de sus hijos; y el 45 por ciento de las familias tienen al menos un miembro que ha perdido su empleo, según la encuesta Univision/Associated Press en el que tambiíén participaron la Universidad de Stanford -gracias a una beca de la Fundación Bill & Melinda Gates- y la compañía encuestadora Nielsen.
Un grupo vulnerable
Con la tasa de desempleo en Estados Unidos rozando el 10 por ciento los últimos meses, los hispanos son especialmente vulnerables porque tienen un nivel menor de estudios y salarios más bajos que la media de la población del país.
Así, el 59 por ciento de los encuestados asegura que para ellos y su familia es difícil salir adelante financieramente en esta íépoca, incluyendo un 27 por ciento -más de uno de cada cuatro- que afirma que le es "muy difícil".
La situación hace tomar decisiones difíciles a los hispanos de Estados Unidos. Por ejemplo, el 39 por ciento asegura que alguien en su familia dejó de ir al doctor aún pensando que necesitaban atención míédica.
Ante la misma pregunta, un 31 por ciento de la población general contestó igual en una encuesta de Associated Press del pasado otoño.
En cuanto a la píérdida del empleo, los latinos tambiíén han sufrido un mayor golpe. El 45 por ciento asegura que ellos mismos o un familiar se quedaron sin trabajo desde septiembre del año pasado, frente a un 30 por ciento entre la población general.
Preocupados por su futuro
No sólo se han visto más golpeados, sino que los hispanos tambiíén están más preocupados por su futuro financiero.
Según el sondeo, a un 57 por ciento le preocupa mucho no poder pagar sus facturas -frente al 34 por ciento de la población general que tiene la misma inquietud, según una encuesta de AP-GfK del pasado mayo. Y el 48 por ciento de los hispanos dice estar muy preocupado ante la posibilidad de perder su empleo -el doble que la media del país.
Además, casi la mitad de los hispanos expresan mucha preocupación ante la posibilidad de no tener dinero suficiente para mandar a sus hijos a la universidad, no ser capaz de pagar su hipoteca o deudas de tarjetas de críédito y ante posibles gastos míédicos inesperados.
Esta última preocupación parece lógica ante el hecho de que uno de cada tres hispanos paga personalmente todas sus facturas míédicas y medicamentos porque no tiene ningún tipo de seguro de salud.
Los hispanos han sido golpeados con dureza porque en gran medida tienen empleos en sectores como la construcción y la manufactura, áreas que han visto los mayores recortes durante la recesión, explicó a la Associated Press Rakesh Kochhar, director asociado de investigación del Pew Hispanic Center.
Menos hispanos trabajan en sectores como la salud, educación o gobierno, que han superado en mejores condiciones la crisis.
Incluso en la actual situación, uno de cada seis hispanos asegura que envía dinero a alguien en otro país prácticamente todos los meses. Aunque más de la mitad -un 54 por ciento-, nunca envía dinero fuera de Estados Unidos.
Aún en tiempos de crisis, los hispanos son optimistas. La mayoría opina que ha sido más fácil para ellos encontrar trabajo que para sus padres, como tambiíén es más sencillo ahora comprarse una casa o sacar adelante a su familia.
La mitad de los encuestados asegura que posee su propia casa. Y la mayoría creen que será aún más fácil para sus hijos en el futuro encontrar empleo y comprar una vivienda.
Casi la mitad de los encuestados dicen haber nacido en Estados Unidos, y son precisamente íéstos los que se muestran más optimistas.
Los inmigrantes, nacidos fuera del país, están mucho más preocupados sobre el empleo, sus facturas, el ahorro para la universidad y otros gastos. Esta misma diferencia se produce entre los latinos que hablan inglíés y los que principalmente hablan español, y entre quienes son ciudadanos de Estados Unidos y los que no.
Tambiíén existen diferencias a la hora de pedir críéditos y príéstamos bancarios, una práctica más común en Estados Unidos que en muchos países de Amíérica Latina.
Los hispanos nacidos en Estados Unidos y los que hablan principalmente inglíés se sienten más cómodos a la hora de endeudarse a largo plazo -como una hipoteca- que los hispanos nacidos fuera de Estados Unidos y los que hablan normalmente en español.
Sin embargo, a la hora de utilizar tarjetas de críédito o príéstamos a corto plazo para comprar ropa, un auto, pagar unas vacaciones o la universidad, los inmigrantes y los que hablan español son más favorables a endeudarse.
Metodología de la encuesta
í‰stas son tan solo algunas de las preguntas de la encuesta Univision-Associated Press que entrevistó a 1,521 hispanos en todo el país, tanto nacidos aquí como en el extranjero.
La encuesta fue realizada del 11 de marzo al 3 de junio por la organización National Opinion Research Center de la Universidad de Chicago. La muestra de hogares hispanos fue suministrada por The Nielsen Company. El margen de error en la muestra fue de más o menos 3.5 puntos porcentuales.
Se les preguntó, en inglíés -al 53 por ciento- y en español -al otro 47 por ciento-, principalmente por correo -82 por ciento- pero tambiíén por telíéfono -15 por ciento- e internet, sobre sus opiniones y experiencias respecto a la inmigración, la política, la educación, la religión, la economía, el uso de medios de comunicación, y la identidad hispana.