La primera sesión tras conocer el resultado oficial de los test de estríés a la banca europea terminó con subidas para las Bolsas. Los bancos europeos concluyeron con un alza del 1,72%, que en el caso del Santander y el BBVA fueron del 1,04% y 2,54%, respectivamente. Sólo en julio, las entidades financieras aglutinadas en el Stoxx se han revalorizado el 7,22%.
Los inversores querían conocer la forma en que los mercados y sobre todo, los bancos, recogerían el balance de las pruebas de solvencia. Pero en los test de estríés hay más valores implicados. Se trata de las compañías en las que están presentes algunas de las cajas que han obtenido un suspenso en el examen: Cajasur, Diada, Espiga, Banca Cívica y Unnim.
BPI dijo ayer que son malas noticias para los pequeños valores. La lista de empresas con riesgo que cita la firma la componen Campofrío, que está participada en un 4% por Banca Cívica; Ebro Foods, que Espiga controla el 7%; Fluidra y Tubacex, que Caja Navarra (Banca Cívica) posee el 8% y 9% y Sos Corporación, que Cajasur tiene el 5% del capital. "Es difícil que todas sufran un proceso de desinversión, pero alguna, seguro, que lo tendrá. Las cajas necesitan recapitalizarse y si piden ayuda al FROB Fondo de Reordenación Bancaria, el Banco de España las puede requerir que vendan su cartera industrial", comenta Javier Barrio, responsable de ventas institucionales en España de BPI.
La primera en mover ficha en este sentido ha sido Caixa Catalunya, integrada ahora en el Grupo de Caixa Catalunya junto con Caixa Tarragona y Caixa Manresa, y que obtuvo el peor resultado de los test realizados al sector español.
La entidad sopesa la posibilidad de vender su cartera industrial para captar los 1.032 millones que necesitaría para cumplir con los niveles de solvencia máximos requeridos. Caixa Catalunya tiene presencia en Repsol, Gas Natural y Abertis, con un 1,63%; 1,62% y 0,36%, respectivamente, dentro de empresas cotizadas.
A pesar de esta inmediata respuesta por parte de la entidad catalana, Nuria ílvarez, de Renta 4, considera que "desde que comenzó el proceso de consolidación de las cajas de ahorro siempre ha existido el riesgo de la desinversión". Pero la experta descarta que el resultado de los test de estríés vaya a acelerar este proceso. "El escenario de fondo para que las entidades puedan recapitalizarse se ha suavizado en el último año, la presión sobre la cartera industrial ha desaparecido con el FROB y con la nueva ley de cajas, que permite la entrada al capital privado", dice. Con respecto a este último apunte, el pasado viernes se conoció que Banca Cívica (un grupo formado por caja Navarra, caja General de Canarias y Caja Burgos), había llegado a un acuerdo con la forma estadounidense de capital riesgo JC Flowers para que suscriba 450 millones de euros en deuda convertible en acciones de la entidad y con una vocación de permanencia de medio plazo.
Nuria ílvarez, recuerda, además, que a partir de este momento las cajas podrán crear un banco, para segregar el negocio financiero de la obra social, para sacarlo a Bolsa y obtener así capital. "En cualquier caso, los test se han hecho bajo un escenario extremo, y las cajas que han suspendido no tienen la presión de reforzar su capital hasta finales de 2012, que será cuando deberán cumplir con Basilea III una nueva normativa internacional sobre recursos propios que exigirá más capital y de mejor calidad", explica.
La liquidez será un factor determinante
Los analistas de BPI consideran que el suspenso de las cajas son malas noticias para las small cap. Son empresas que no están en el Ibex, y algunas de ellas con un capital flotante estrecho. Susana Felpeto, subdirectora de análisis de renta variable de Atlas Capital, comenta que "algunas de estas compañías ya han sufrido un proceso de desinversión, como es el caso de Tubacex", pero no cree que las cajas de ahorro precisen de liquidez inmediata en el corto plazo. En caso de que llegara el momento, la experta opina que el proceso de inversión afectaría más a los valores con una liquidez reducida. "Una venta importante puede desestabilizar la cotización. Buscarían otras fórmulas, como algún inversor que comprara en bloque", dice.