Una vez más, como ocurrió en Endesa y en Repsol, el íéxito de una operación corporativa dependerá de lo que disponga Emilio Botín. Banco Santander tiene la llave para decidir si la compraventa de Abertis por parte de CVC Capital Partnners, ACS y La Caixa sigue adelante o finalmente queda en agua de borrajas. La primera entidad española va a aportar la mitad de lo que le habían pedido para completar el príéstamo, que se ha reducido a menos de 5.000 millones de euros.
En esta semana se tiene que decidir si los bancos le dan al consorcio formado por la constructora, la caja de ahorros y la firma de capital riesgo el dinero suficiente para tomar el control del grupo de concesiones. Fuentes próximas a la operación aseguran que ya han dado su visto bueno siete entidades financieras y que de aquí al viernes deberían de firmar al menos otras tres.
Es decir, como mínimo, diez bancos, frente a los 15 iniciales, que puedan prestar unos 5.000 millones, 3.000 menos de los que se preveían conseguir en un primer instante y 1.000 menos de la cifra filtrada en los últimos días, incluida la línea de críédito adicinal. Las dos cifras son muy significativas porque Santander ha condicionado su participación en el grupo de financiadotes a que el denominado ‘club deal’ lo formen una decena de bancos. El problema es que en el seno de la entidad financiera con sede operativa en Boadilla del Monte (Madrid) ven con muchos reparos la operación.
En un primer momento, Santander era una de los bancos que lideraban la captación de fondos, con un ticket de 500 millones de euros a petición de Mediobanca y de Citi. Según fuentes financieras, su contribución de la entidad se limita ahora a un importe que oscila entre los 200 y los 300 millones. Una diferencia muy relevante para los otros prestamistas que están a la espera de la determinación de Emilio Botín. “Si el Santander, que es uno de los bancos que mejor han salido en los test de estríés, no lo ve claro, imagínate los demásâ€, apuntan desde una entidad especializa en financiaciones.
La participación de Santander es esencial, más si se tiene en cuenta que no suscribirán el críédito grupos como BBVA, Royal Bank of Scotland (RBS), Morgan Stanley, UBS y BNP Paribas. Fuentes próximas a las conversaciones aseguran que la decisión está directamente en manos del presidente cántabro despuíés de haber pasado con muchas objeciones por el comitíé de riesgos.
Otras fuentes bancarias explican que CVC, ACS y La Caixa lo tienen “realmente complicadoâ€. “No van a llegar a los 5.500 millones ni de lejos. Tendrán que cambiar la estructura y el tamaño de la operaciónâ€, sentencian. En el sector añaden que la transacción tiene dos problemas claros. El primero, que se ha pedido mucha deuda. El segundo, es que los bancos, pese a la buena nota de las pruebas de resistencia, saben que la liquidez es un bien escaso y que la van a necesitar en grandes cantidades a partir de septiembre.
Sin La Caixa, pero con Carlyle
Por este motivo, cada vez toma más fuerza la alternativa de que solo ACS venda su participación del 25%, dejando a La Caixa fuera del proceso o en un papel absolutamente secundario. Fuentes conocedoras de las negociaciones indican que se ha vuelto a la idea original, propuesta en febrero, según la cual la constructora se desprendería de su paquete y la caja catalana apenas reduciría su presencia en la concesionaria desde el 28% actual hasta el 20%. Sin embargo, ese esquema no da poder de control a CVC, por lo que el precio de la compraventa sería inferior.
En esta más que posible decisión han influido dos aspectos. El primero es la falta de financiación suficiente para adquirir el 100% de Abertis por unos 12.000 millones. Y el segundo, las reticencias del Banco de España a la operación acordeón planteada por Isidro Fainíé al gobernador Miguel íngel Fernández Ordóñez. Ante tanto obstáculo, tampoco se descarta dar entrada a otro inversor financiero para compartir el riesgo. Fuentes del capital riesgo apuntan que Carlyle, cuya sede en España está en Barcelona, ya se interesó en su día por entrar en Abertis.