El parquíé madrileño acaba de cerrar julio con el mejor resultado mensuales desde abril de 2009 y se encara a agosto con un entusiasmo contenido. Por un lado los buenos resultados empresariales han apoyado las subidas del Ibex, pero las dudas sobre la recuperación económica mantienen el freno sobre el despegue de los índices bursátiles.
Desde el otro lado del Atlántico han llegado noticias que mantienen esta incertidumbre y dejan en el aire la tendencia futura de las bolsas internacionales. Estas dudas se deben sobre todo a los datos macroeconómicos que se han publicado la semana pasada en EE UU, que han sido inferiores a las expectativas. De cara al mes que acaba de empezar, se mantiene la cautela y además se añaden las características típicas de agosto en las Bolsas: menor volumen de negocio, falta de personal en los parquíés y más volatilidad.
La menor actividad hace que las Bolsas internacionales sean más vulnerables a los eventos políticos y económicos, ya que las decisiones de los grandes inversores provocan un impacto mayor en el precio. Decisiones políticas, catástrofes naturales, bruscos cambios internacionales o factores psicológicos pueden dar al traste con las subidas logradas en las últimas semanas. Los expertos se muestran cautos, y reconocen que el gran examen llegará en otoño, cuando se demostrará si el optimismo bursátil tenía una correspondencia con la economía real. Alberto Roldán, de Inverseguros, destaca la falta de un soporte de noticias positivas que aseguren las subidas del Ibex, que se encaran al mes de agosto sin incentivos y que parecen estar agotando el entusiasmo alcista.
Hay un dicho que aconseja vender en mayo y volver al mercado en otoño (Sell in may and go away). De todas formas, vista la alta volatilidad que le caracteriza, agosto es el mes donde más falla la táctica, y donde las teorías se ven refutadas por los imprevistos. En verano la Bolsa parece dormirse, pero puede despertarse bruscamente.
