Por… Guido Rodriguez
Esto vale para los productos con el sello “Made in China“. El ejemplo más reciente es la pieza que los tíécnicos llaman BOP, y que sirve para evitar un derrame de petróleo. El pozo petrolífero del Golfo de Míéxico, el de la BP que explotó el 20 de abril, tenía un BOP reparado en China. En vez de hacerle un mantenimiento en Estados Unidos, mandaron el BOP a China, porque salía más barato. Para abaratarlo, los chinos le hicieron tantas modificaciones, que los tíécnicos de BP no supieron cómo hacerlo funcionar cuando se produjo la explosión y el derrame.
¡Quíé chapucero debió de ser el arreglo en China! Si mandarlo hasta allá y traerlo de nuevo salió más barato que mandarlo a Estados Unidos, uno tiene derecho a imaginarse lo peor. Pero lo barato salió caro: a cambio de ahorrar en el service, ahora BP tiene que pagar indemnizaciones millonarias, que se calculan en 3.000 millones de dólares. Pueden ser más, porque un grupo de norteamericanos decidió recurrir a una ley contra la mafia para demandar a BP, acusándola de manejos autíénticamente mafiosos. Además, las acciones de la empresa se han desvalorizado terriblemente, y el asunto ha tomado un giro político. Para muchos, este es el momento de imponer controles ecológicos a las grandes empresas, dispuestas a ganar dinero a cualquier costo. En Estados Unidos ha comenzado un boicot contra la empresa inglesa BP.
Suerte en sus inversiones…