El presidente Alan García inauguró el jueves la mina de fosfatos de Bayóvar en el norte del país que producirá en su primer año de funcionamiento un millón de toneladas de roca fosfórica para ser exportada a Brasil y otros mercados.
Se trata de un complejo de producción, compuesto por la mina, una planta concentradora con capacidad para procesar 592,8 toneladas míétricas al año, una faja transportadora de 10 kilómetros, una carretera industrial de 32 kilómetros, y un puerto con capacidad de manejo de 3.500 toneladas de material por hora, cuya construcción demandó 566 millones de dólares.
El proyecto es operado por la compañía brasileña Vale, antes Vale do Río Doce, que estima producir 3,9 millones de toneladas anuales de fosfatos, que son usados como fertilizante para la agricultura.
"Este es un día histórico para el Perú... Este proyecto es una palanca impulsora de desarrollo", destacó García al inaugurar el complejo, ubicado en la región Piura, a unos 880 kilómetros al noroeste de Lima.
El mandatario aprovechó su discurso para fustigar la actitud de una provincia sureña en la región Cusco que viene acatando un paro por 10 días en protesta por la exportación de gas natural.
"No quiero que haya dos Perú. El Perú desarrollado del norte y el Perú del sur que piensa, por obra de quienes predican mal y con mal información, que no se debe tocar nada", dijo García.
Sostuvo que el proyecto de Bayóvar es "un ejemplo de nuestro nuevo y gran Perú, del país sin complejos, del país que abre sus riquezas -aprovechadas o desaprovechadas por siglos- al trabajo común con la tecnología que traen las grandes empresas del mundo".