La filial brasileña y uruguaya de la empresa surcoreana KIA Motors abrió hoy la línea de producción del camión Bongo K2500 que decidió instalar en Uruguay, donde se prevíé construir unas 12.000 unidades por año tras una inversión de 25 millones de dólares.
Según informa la Presidencia de Uruguay, el primero de estos camiones livianos, destinados al mercado brasileño en un 95 por ciento, saldrá de la fábrica en septiembre y estará compuesto por piezas procedentes de 11 factorías brasileñas y 6 uruguayas y argentinas.
El presidente de Kia Motors Brasil y Uruguay, Josíé Luiz Gandini, señaló durante la apertura de la línea que la inversión obedece a las políticas establecidas por la matriz surcoreana que prevíé alcanzar los mercados paraguayos y argentinos en 2012.
El Bongo se producirá en las instalaciones de la fábrica Nordex, cuyo presidente, Federico de Posadas, destacó el "gran esfuerzo" que requirió la adaptación de la planta, que corrió a cuenta de KIA y que representa "una notoria mejora" en los distintos procesos industriales.
Así, De Posadas destacó la incorporación de nuevos equipos de soldadura de última generación, una línea de rodillos para la prueba de unidades y una nueva línea de pinturas en una nave de 2.200 metros cuadrados que posibilitará una producción de más de 100 vehículos por día.
Gandini consideró que la construcción de esta línea en Uruguay conforma "una alianza estratíégica industrial-comercial" que permitirá proveer a los concesionarios de un vehículo que responde a los "máximos parámetros de calidad" de Kia Motors mundial.
La inauguración fue presidida por el mandatario uruguayo Josíé Mujica, quien felicitó y agradeció a las Administraciones que lo precedieron por haber hecho posible este emprendimiento.
"Es gracias a ellos que Uruguay es hoy un país creíble desde el punto de vista de su economía, es un país pequeño en cantidad de habitantes pero que tiene para ofrecer al mundo seriedad y estabilidad", dijo el presidente.
Asimismo, Mujica agradeció a los empresarios coreanos que se instalaron en Uruguay, de quienes dijo que además de sus inversiones, dejarán enseñanzas "porque sus estándares de exigencia son muy grandes".