Las plantas catalanas de Seat y Nissan esperan sobrevivir gracias a las exportaciones
Las plantas catalanas de Seat y Nissan confían en los mercados extranjeros y en encargos ya firmados o a punto de cerrarse para capear los próximos meses y evitar una nueva destrucción de empleo, tras la caída de ventas de julio por los efectos negativos de la subida del IVA y el fin de las ayudas.
Los datos sobre las ventas de vehículos el mes pasado, que bajaron un 24 por ciento en España si los comparamos con los de junio, han sido recibidos como un jarro de agua fría por los fabricantes, que ya empiezan a pedir la reedición de las ayudas del Plan 2000E del Estado.
Así, el principal fabricante de coches en España, Seat, ha depositado sus esperanzas de mantenimiento de la producción y del empleo en el Audi Q3, que se empezará a ensamblar el primer semestre de 2011, aunque a final de 2010 ya se iniciarán las preseries.
La mayor producción del primer semestre de este año permitió a Seat desactivar en el 40% el ERE temporal que se está aplicando ahora, aunque todo apunta a que en otoño la dirección y el comitíé de empresa de la planta de Martorell tendrían que negociar una ampliación de este expediente o uno nuevo, según fuentes sindicales.