A falta de opciones inmediatas para revivir la economía, el presidente Barack Obama y los demócratas en el Congreso ponen la mira en una estrategia a largo plazo que pretende atacar el persistentemente elevado desempleo con la promoción de un renacimiento de la manufactura estadounidense.
Obama anticipó este enfoque hace unos días en Detroit y lo planteó en un memorándum que se entregó a los legisladores demócratas antes de partir a casa para las vacaciones de agosto. Aún en evolución, se enfoca en elevar impuestos a las corporaciones multinacionales a las que los demócratas acusan de mandar empleos al extranjero.
La estrategia reempaqueta medidas que la Casa Blanca quiere impulsar desde hace tiempo, como invertir en energías limpias, carreteras, puentes y servicio de banda ancha, y más de dos docenas de propuestas legislativas orientadas a elaborar un plan para fomentar la manufactura domíéstica.
“Sabemos que la manufactura produce buenos empleos, bien remuneradosâ€, dijo el líder de la Cámara Baja, Steny H. Hoyer, al dar a conocer un informe que muestra pequeños avances en manufactura desde que Obama asumió el poder. “Nos hemos comprometido con una agenda a largo plazo orientada a fortalecer la capacidad de fabricación en Estados Unidosâ€.
Los republicanos se burlan de la iniciativa, denominada “Hágalo en EE.UU.â€, y la consideran a todas luces política, orientada a salvar empleos de demócratas en la zona industrial, donde las competencias podrían determinar el equilibrio de poder en las elecciones legislativas de noviembre.
El legislador republicano Eric Cantor la calificó como “más disparatada que dañinaâ€.