La renta variable europea finaliza con descensos moderados, lejos de los niveles mínimos del día ante la recuperación de Wall Street. El volumen se mantiene en niveles bajos, propios de esta íépoca veraniega. Los datos macro económicos conocidos apenas tuvieron incidencia al encontrarse en línea con las estimaciones. Así, al cierre del mercado el Ibex 35 retrocede un 0,17% hasta los 10.258,3 y el Euro Stoxx 50 se deja un 0,39% a 2.698,29.
La rentabilidad de los bonos a largo plazo tocaba mínimos multimensuales ante las perspectivas de bajo crecimiento e inflación durante un largo periodo de tiempo.
El euro rebota frente al dólar aunque vuelve a debilitarse ante un yen que se mantiene fuerte a pesar de los rumores de intervención. El euro dólar sube un 0,7% a 1,2842 y el euro yen cae un 0,46% a 109,53. El petróleo, a pesar de la debilidad del dólar, se contagiaba del tono negativo de los activos de riesgo y cede un 0,44% a 75,22 dólares.
En una jornada de relativa calma, nos centramos al cierre en un indicador que ha ganado relevancia en los últimos días al dar una señal de venta poco usual. El indicador Hindenburg Omen.
Este indicador muestra que el mercado se encuentra muy confuso al tener una gran cantidad relativa de acciones tanto en máximos como en mínimos de 52 semanas. Este indicador fue desarrollado para predecir potenciales crash en los mercados financieros y el pasado jueves dio la primera señal de alarma (ver comentario 16 agosto: Situación Tíécnica Semanal).
Los inversores se encuentran preocupados porque los 5 criterios en los que se basa el indicador se cumplieron la semana pasada. La señal de peligro se dispara cuando más del 2,2% de las acciones del NYSE tocan nuevos máximos y el 2,2% nuevos mínimos. El menor de los dos números tiene que ser mayor o igual que 69. El NYSE 10 tambiíén tiene que estar subiendo y el indicador McCleallan tiene que ser negativo en el día.
Este indicador da señales tempranas que tienen que ser confirmadas, ya que normalmente es muy exacto al actuar en un cúmulo de señales. Sin embargo, ha disparado las alarmas en tanto en cuanto la pauta que está desarrollando el NYSE es de un hombro-cabeza-hombro (un hombro derecho irregular) al estilo de 1930.
Y para finalizar dejamos el panorama tíécnico desarrollado por UBS donde apuntan a 3 posibles escenarios secundarios para el S&P 500:
1) El S&P se mantendrá en un rango entre 1.010-1.040 y 1.131-1.150. Esta probabilidad tiene un 40% de posibilidades. Este es el panorama base y la visión de consenso de Wall Street.
2) La corrección se reanudará y el S&P marcará un nuevo mínimo por debajo de 950. La probabilidad es del 30% (que se incrementaría al 40% en una ruptura confirmada por debajo de 1.010). Bajo este escenario, la crisis de deuda en Europa será un asunto sin resolver, China se ralentizará, habrá un escenario de doble recesión y eventos geopolíticos alrededor del mundo.
3) El S&P marcará nuevos máximos por encima de 1.220-1.250. La probabilidad es del 30% (incrementándose al 40% si se superan los 1.150) y es el escenario contrario al consenso de mercado. La ruptura alcista tambiíén eliminaría el escenario de hombro-cabeza-hombro de 10 meses de duración, confirmado un suelo de hombro-cabeza-hombro inverso de 4 meses y validando el mínimo del 1 de julio de medio ciclo electoral.