Alberto Quemada, consejero delegado de Quabit: "Se volverá a hacer dinero en el sector inmobiliario"
Año de cambios para Quabit. Nuevo nombre (desde abril, no opera con la marca Afirma) y sede social (ha cambiado Valencia por Madrid) para una inmobiliaria que lucha por la supervivencia, en un sector que empieza a ver leves signos de rehabilitación del negocio.
Han quedado muy lejos el verano de 2007, en el que los títulos de la compañía (entonces Astroc) tocaron techo en 75 euros. Ayer, cerraron a 0,152 euros y acumulan una caída del 53,09% en lo que va de año.
«Nuestra evolución es bajista porque no se mueven grandes volúmenes y se nos sigue castigando por la situación del sector», advierte Alberto Quemada, consejero delegado de Quabit Inmobiliaria. «No nos interesa, a nivel de compañía, intervenir en bolsa para sujetar el valor de la acción, aunque íésta no refleje la realidad de nuestros activos», añade.
Según los datos de la compañía, el volumen medio diario de contratación en el primer semestre de 2010 fue de 1.86 millones de títulos, por un valor de 572.679 euros.
Tras refinanciarse su máximo accionista, Rayet, Quabit subió un 5% en bolsa
Interíés
A pesar del severo correctivo al sector, Quemada se muestra confiado en las posibilidades de Quabit: «No hay dinero en el parquíé para invertir en el sector inmobiliario, pero ahora la compañía genera más interíés a los analistas, aunque no se atreven a recomendar el valor».
Quemada, sin embargo, asegura que sí aconsejaría comprar acciones «de Quabit y de otras empresas del sector». Y aventura: «En el futuro, se volverá a hacer mucho dinero con el negocio inmobiliario».
Quabit, creada en enero de 2008 tras la fusión de 19 compañías, entre ellas la inmobiliaria Astroc, Rayet y Landscape, cerró el primer semestre del año con unas píérdidas antes de impuestos de 45,3 millones de euros, un 31% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior, cuando ascendieron a 66,7 millones. Los ingresos se situaron en 58,88 millones (un 19,9% menos), mientras que el resultado bruto de explotación (ebitda) mejoró un 11,7%, aunque siguió en negativo por importe de 22,15 millones.
Para final de año, se espera unas cifras similares. «El cierre de 2010 va a ser muy parecido a los resultados semestrales. La cifra de la facturación será menor que la anterior, porque no hemos vendido suelo, pero la venta de viviendas va a situarse por encima», señala el ejecutivo.
La firma recortó sus píérdidas un 32%, hasta 45 millones, en el primer semestre
Aplazamiento
La inmobiliaria presidida por Fíélix Abánades se encuentra a la espera de que su mayor accionista, grupo Rayet, reduzca su participación en la compañía. No obstante, esta operación no tiene fecha próxima ya que Rayet obtuvo una aplazamiento ilimitado por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). «La CNMV entendió que ahora no es el momento de sacar este capital a bolsa», señala el directivo.
El cierre del acuerdo de refinanciación de 400 millones de deuda de Rayet con sus entidades acreedoras esta misma semana obtuvo una buena acogida en el parquíé. Así, un día despuíés de que el presidente de ambas compañías, Fíélix Abánades, anunciase el cierre de esta operación, las acciones de Quabit llegaron a subir un 5%.
Refinanciación
Por su parte, la inmobiliaria cerró hace unos meses la segunda refinanciación desde el inicio de la crisis. Este acuerdo la exime de pagar intereses de su príéstamo sindicado hasta 2012.
Ante los rumores de posibles cambios en los gestores de la compañía, Quemada se mostró muy confiado en el actual equipo. «Cada tres meses, me siento con los bancos y recibimos el aplauso trimestral. La gestión de la compañía les gusta y están lo suficientemente satisfechos para no intervenir en la compañía».
La deuda de Quabit Inmobiliaria asciende a 1.485 millones de euros
Cuando el ciclo cambie, el consejero delegado de Quabit, apuesta por «un proceso de concentración de mercado, en el que habrá fusiones y adquisiciones guiadas por los bancos, y en el que seremos un operador activo».
Junto a futuribles operaciones corporativas, Quabit centra su futuro en el negocio de la gestión de cooperativas y comunidad de propietarios, un negocio donde ya han cerrado un millar de reservas.
Un sector duramente castigado
El inicio de la crisis, con la irrupción en el mercado de las hipotecas subprime, pilló con el pie cambiado a la mayoría de las grandes inmobiliarias cotizadas.
Inmersas en enormes proyectos corporativos, su acción ha pasado de superar ampliamente el valor razonable de su cotización (valor de los activos menos deuda), a rozar apenas los dos euros. Así, el pasado viernes, la acción de Colonial cotizaba a 0,084 euros; Renta Corporación, valía 1,875 euros; Reyal Urbis, 1,65 euros; y Realia, 1,475 euros. Sólo Metrovacesa supera los dos euros y su acción vale 8,2.
Actualmente, no queda ninguna inmobiliaria cotizando en el selecto índice Ibex 35 y, su escaso free float (capital que cotiza en bolsa) hace que el valor de estas compañías fluctúe en muchas ocasiones de forma precipitada.