Por... KEN THOMAS
WASHINGTON -- Un antiguo acadíémico de la Brookings Institution que elabora estrategias desde el aventajado punto de vista de ser dueño de un auto elíéctrico, ha ayudado a dar forma al ambicioso plan del gobierno de Barack Obama de inyectar miles de millones de dólares a asociaciones para desarrollar automóviles propulsados por electricidad, crear una industria avanzada de baterías y ayudar a las comunidades a prepararse para la transición.
David Sandalow comienza su viaje a la oficina diariamente desconectando el cable que conecta su híbrido Toyota Prius con un enchufe en la parte delantera de su casa.
Su Prius, que fue adaptado hace dos años para permitirle recargar la batería en un enchufe común, cubre más de 128 kilómetros por galón de gasolina y le deja manejar 48 kilómetros con una sola carga. Sandalow llena el tanque de gasolina una vez cada uno o dos meses, una rareza en un sector dominado desde hace tiempo por el motor de combustión interna.
"Si uno tiene sed, puede tomarse un refresco de cola de dieta, jugo de naranja o agua. Si tiene hambre, puede comerse una hamburguesa, un perro caliente o un plato de frutas. Si uno quiere irse en auto a alguna parte, solamente tiene una opción. Uno puede usar gasolina u otro derivado del petróleo", dice Sandalow, subsecretario de energía para políticas y asuntos internacionales.
"Eso no nos parece extraño, pero es extraño. Es extraño que seamos dependientes de esa sola fuente de combustible para movernos", dijo.
Si los consumidores estadounidenses comienzan a cambiar a autos elíéctricos en esta díécada, Sandalow será una de las fuerzas motrices del cambio dentro del gobierno.
Obama ha prometido colocar un millón de vehículos híbridos en las carreteras estadounidenses para 2015 y tornó la naciente industria de baterías en uno de los puntos principales de su plan de recuperación económica.
Los vehículos elíéctricos producidos por General Motors y Nissan estarán arribando a las concesionarias este año y todos los productores importantes están elaborando su estrategia de vehículos elíéctricos, estimulados por fondos federales e incentivos tributarios.
Aún quedan muchos obstáculos: las baterías de iones de litio para los vehículos elíéctricos son extremamente caras, incluso con los costos reducidos por un críédito fiscal federal de 7.500 dólares por vehículo.
El gobierno estimó recientemente que una batería con un rango de 160 kilómetros cuesta unos 33.000 dólares, aunque los fondos federales de estímulo pudieran reducir la cifra a 10.000 dólares para el final de 2015. Además, persisten interrogantes sobre la durabilidad y longevidad de las baterías.
Con preocupaciones sobre el calentamiento global y las políticas petroleras en el ambiente, el gobierno ve una oportunidad en los autos elíéctricos, y Sandalow, encabeza las gestiones.
Obama puso en vigencia un programa de fondos de 2.400 millones de dólares para desarrollar la próxima generación de baterías, que pudiera llevar a 500.000 baterías anuales para 2014.
Una ley de energía de 2007, en tanto, ha generado miles de millones en príéstamos para los fabricantes de autos para que adapten sus plantas para la producción de vehículos más eficientes, incluyendo autos elíéctricos.