La Seda, que este mes consiguió salir del atolladero tras más de un año sin cotizar, vive momentos complicados. Pese a que su futuro parece más despejado tras la consecución de nuevos fondos con la ampliación de capital, la química ha perdido más del 35% de su valor en bolsa desde que se negocian las nuevas acciones. Fuentes del mercado creen que los bancos que capitalizaron la deuda están vendiendo títulos de forma masiva.
La ampliación de capital que el mes pasado concretó la presidida por Josíé Luis Morlanes se apoyaba en tres pilares: por un lado, los accionistas portugueses Caixa Geral de Depósitos, Liquidambar y BA Vidro suscribieron acciones por 105 millones de euros. Por otro, el mercado aportó 78,2 millones. Por último, la banca acreedora capitalizó deuda por 116,7 millones. Total, 300 millones indispensables para asegurar el futuro de una compañía con 1.800 empleados.
Pese a que la transformación financiera de la compañía catalana parece haber llegado a buen puerto, La Seda ha perdido cerca del 36% de su valor en bolsa desde que comenzaran a cotizar las nuevas acciones de la ampliación, desde 0,112 a los mínimos de hoy en 0,072 euros. Esta reacción del mercado, que como un broker reconoce no todo el mundo esperaba, tiene su explicación en los propios bancos que aceptaron capitalizar deuda por acciones.
“Hay gente que quiere la liquidez y punto, todos los que han convertido deuda por títulos quieren recuperar su parteâ€, comenta a este portal un operador que prefiere guardar privacidad. “Quien conozca con certeza la compañía se pone bajista, la empresa sigue muy justa y la economía en general sigue muy malâ€.
La conversión de deuda en acciones permite que los bancos acreedores controlen en este momento unos 1.167 millones de títulos, alrededor del 30% del capital de la sociedad. Desde que el día 18 de este mes los nuevos títulos se pueden comprar y vender en el mercado, se han negociado unos 150 millones de acciones, por lo que la presión bajista podría continuar en las próximas semanas.
“Los bancos que convirtieron la deuda en acciones tenían esa opción o esperar un proceso concursal, por lo que ahora buscan liquidez aunque por el camino tengan que perder un 20%. Mejor eso que otra cosaâ€, expresan fuentes del mercado. “Es como si hubieran aceptado una quita del 20% en la deudaâ€.
Otras fuentes consultadas añaden que algunos inversores han abierto posiciones cortas con La Seda una vez finalizada la ampliación. Según datos de la Bolsa de Madrid, el número de acciones prestadas de la compañía ha pasado de los 22,2 millones del 17 de agosto a los 37,4 millones del cierre de la jornada de ayer.
Este acuerdo con bancos y accionistas, que ha conllevado entre otras cosas la sustitución del equipo directivo en bloque, permite a La Seda reformular su estrategia. La compañía espera para este año unas ventas de 1.000 millones de euros y un resultado bruto de explotación (Ebitda) que oscilará entre 61 y 66 millones, frente a uno negativo de 67 millones en 2009.
EL ACUERDO NO SE DETIENE EN LA AMPLIACIí“N
Además de la ampliación, La Seda ha acordado con la banca convertir 207 millones de euros de deuda a un instrumento pagadero a cinco años, “se alarga el plazo de amortización a ocho años, se obtienen dos años de carencia y se eliminan las garantías sobre acciones de la compañíaâ€, según la presentación a analistas. “El importe final será de 235 millonesâ€. La Seda reduce su deuda tras este proceso a 464 millones desde 940.
Por otro lado, la empresa cotizada ha alcanzado un acuerdo con proveedores para aplazar entre uno y tres años los pagos. “La compañía se asegura así el suministro de materias primas durante la reestructuración y la vuelta a condiciones de mercado despuíés de la mismaâ€, según esta presentación.
En lo que respecta a la planta de Sines (Portugal), que ahora pasa a ser un activo en proceso de desinversión, La Seda ha convertido toda la financiación puente en Project Finance sin recurso. La compañía aseguró este mes mediante hecho relevante de que dispone de los primeros 226 millones de esta línea de críédito para construir la planta.
La Seda se centrará ahora en el negocio de los envases de PET y dejará de ser un grupo químico integral, con el afán de distribuir productos de valor añadido y obtener ventajas competitivas por su posición líder en el campo de reciclado. El PET (Polietileno Tereftalato) es un material consistente y ligero que se usa para hacer recipientes para todo tipo de bebidas, aceites comestibles o limpiadores.