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Autor Tema: Operación bikini: las constructoras se desprenden de activos por 3.200 millones  (Leído 334 veces)

Eguzki

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Las constructoras han apurado los meses de verano para quemar calorí­as y reducir su peso. La tíécnica de adelgazamiento no ha sido otra que la venta de activos por valor de 3.200 millones en 2010. Un estricto ríégimen al que se comprometieron allá por el 2008, cuando la crisis empezaba a mostrar sus fauces y que tiene como fin último, bajar el grueso de su abultada deuda. Y que a su vez ha supuesto sacrificios como vender a precios más bajos de lo previsto.
FERROVIAL

La firma que preside Rafael del Pino ha sido una de las compañí­as más dinámicas a la hora de “soltar” activos en los últimos meses. Ferrovial ha obtenido en lo que va de año 587 millones con la venta de sus participaciones en APP; las tres lí­neas de metro de Londres y la M-45 de Madrid. Aunque no siempre los tratos se han cerrado a los precios estimados inicialmente.

Así­, Ferrovial vendió en abril el 50% que poseí­a en APP Lyntom (principalmente activos inmobiliarios) al fondo británico de inversión inmobiliaria Segro por 280 millones de euros. Un mes antes, cuando saltó la noticia, se cifró el valor de esos activos en 800 millones de euros. Los analistas de Banesto Bolsa en un informe de abril los valoraban en cerca de 480 millones de euros.

Tampoco se cumplieron las apuestas en Gatwick. Ferrovial optó por desprender del aeropuerto londinense en septiembre de 2008 a un precio inicial de 2.532 millones de euros. Finalmente, un año más tarde, Global Infraestructure Partners (GIP) pagarí­a por este activo 1.659 millones de euros. La operación tuvo un impacto negativo de 142 millones en las cuentas de Ferrovial. En el conjunto de 2009, las desinversiones de la empresa superaron los 2.300 millones tras decir adiós a Gatwick, a su a filial de aparcamientos y a su participación en autopistas chilenas.

Aunque es en el corto plazo donde Ferrovial puede sacar más partido a sus desinversiones. La constructora puso a la venta un 10% de su participación en la autopista canadiense 407 ETR en marzo, una de sus joyas junto con el aeropuerto de Heathrow. En la última junta de accionistas de la constructora, el consejero delegado de la compañí­a, Iñigo Meirás, recalcó que Ferrovial espera cerrar a finales de este año la venta. Según fuentes de la empresa, aún se están analizando las ofertas. Otros de los activos que ha entrado en las subastas es el 65% que tiene Ferrovial en el aeropuerto de Nápoles.

Desde Banesto Bolsa señalan la rotación de activos como una de las oportunidades que presentaba el valor. Asimismo, no descartan que Ferrovial realice una desinversión minoritaria de su participación de BAA o de activos maduros (como autopistas: Ausol I y II) en el medio plazo. Una idea que tambiíén comparten en BPI al asegurar que la rotación permitirá reducir su deuda financiera neta que a cierre del primer semestre alcanzó los 24.484 millones.

ACS

Sin embargo, es ACS la compañí­a que ha dado el “estirón” en el periodo estival. La firma que preside Floretino Píérez cerró la venta de su filial Dragados Servicios Portuarios y Logí­sticos (DSPL) y del 15,5% de Abertis con tan solo una semana de diferencia.

La primera ha sido una operación por la que Florentino suspiraba desde septiembre de 2008. Por aquel entonces, ACS comunicó que poní­an en el escaparate a su división de Medio Ambiente y Logí­stica, integrada por Urbaser, Dragados SPL y Clece. Ya en su momento, Espirito Santo subrayó que una posible venta no serí­a fácil a precios razonables. ACS ha tenido que esperar dos años para vender su filial portuaria por 720 millones, algo menos de los 1.000 millones que se barajó en el mercado. Urbaser y Clece aún esperan comprador.

Pero nada hacia presagiar que Abertis entrarí­a a formar parte de su paquete de desinversiones. Los analistas veí­an hace un año una apuesta clara de ACS por sus posiciones en Iberdrola, Abertis o la alemana Hotchief. Sin embargo, la estrategia de la compañí­a ha virado hacia otro rumbo tras vender el 15,55% de la concesionaria al fondo CVC por 1.723 millones.

“Pensamos que el mejor uso que ACS podrí­a hacer con los cerca de 2.000 millones generados por la venta de activos recientemente serí­a la reducción de deuda que permitiese una financiación más cómoda de los proyectos actualmente en curso, tales como las planta de energí­a renovable, principalmente solar tíérmica, y proyectos concesionales fundamentalmente en EE UU”, asevera Ahorro Corporación en un informe.

Los expertos de la firma de análisis creen que tendrí­a más sentido, “si acaso”, un incremento de participación en Hochtief, cuyos negocios son complementarios con los de ACS, antes que en Iberdrola “donde resulta difí­cil justificar siquiera una pequeña generación de sinergias”. A junio de este año, la deuda neta rozaba los 10.400 millones.

FCC

La compañí­a controlada por Esther Koplowitz tambiíén se ha subido al carro con la compra su negocio de aparcamientos por parte de Mutua Madrileña. Además, de los 120 millones que pagó la aseguradora, FCC percibirá ingresos por la venta de una parte de su participación en la Autopista del Camino, en la que está a travíés de su filial Globalví­a. “Aunque el importe de la operación no es muy elevado, consideramos que todo lo que permita continuar con la estrategia de desinversión de activos es positivo en el entorno actual”, comentan sobre la venta de la división aparcamientos en Renta 4.

Pero FCC todaví­a tiene muchos activos en stock a la espera de ser vendidos, y con vistas a reducir el apalancamiento en cerca de 1.000 millones en 2010. Ya a comienzos de 2009, el presidente de FCC, Baldomero Falcones, afirmó que la compañí­a estaba abierta a vender algunos activos como sus filiales Cementos Portland y Versia, si se presentasen ofertas. Además, estudia dar entrada a nuevos socios en su negocio parques fotovoltaicos y de Globalví­a.

SACYR VALLEHERMOSO

El capí­tulo de las desinversiones quedó prácticamente cerrado para Sacyr Vallehermoso despuíés de la venta de Ití­nere a finales de 2008. Desde entonces, el grupo que dirige Luis del Rivero sólo se ha deshecho de las participaciones que ostentaba en los intercambiadores de Moncloa y Plaza Elí­ptica de Madrid. La transacción se cerró el pasado mayo por 47 millones.

La venta de Ití­nere fue un bálsamo para Sacyr-Vallehermoso muy presionada por los vencimientos de deuda. La compañí­a se desprendió de su concesionaria tras pagar el fondo Citi Infraestructure Investment (CII) más de 2.800 millones. El runrún de la desinversión tambiíén sonó sobre Testa, Valoriza y Repsol. Sacyr-Vallehermoso descartó la salida de estas filiales tras la venta de Ití­nere. La constructora se dejó querer ante el interíés de la rusa Lukoil por Repsol. Sacyr tilda de ahora de “estable a largo plazo" su presencia en la petrolera española.

Más agridulce fue su salida de Eiffage. Sacyr abandonó el accionariado de la francesa, donde era el mayor inversor con el 33,3% del capital, despuíés de recibir 62 euros por tí­tulo (en total 1.920 millones), un precio inferior al pagado por la española.

ACCIONA y OHL

Ambas compañí­as son la cara y la cruz de una misma moneda. Mientras que Acciona optó por suspender en junio del año pasado las desinversiones previstas de activos no estratíégicos. El grupo presidido por Josíé Manuel Entrecanales indicó que esperará hasta que el mercado se recupere y ofrezca un precio que reconozca el valor de los activos. Mientras que OHL comunicó en la junta de accionistas de mayo que desinvertirá "en negocios no estratíégicos". Entre los primeros a los que ha colgado el cartel de se vende destacan un desarrollo de residencias para la tercera edad en la Comunidad Valenciana y otros activos de OHL Desarrollo.