Rusia puso en funcionamiento su sección de un oleoducto que transporta crudo del oriente de Siberia a China, en un paso significativo en la ampliación de la cooperación energíética entre las dos potencias vecinas.
El oleoducto de 1.000 kilómetros (625 millas) conecta a los campos petroleros rusos con Daqing un gran centro de producción petrolera en el noreste de China.
"Para China, esto ayudará a estabilizar sus inventarios y seguridad en los energíéticos. Para Rusia, ofrece un nuevo mercado para las exportaciones a la región Asia-Pacífico, particularmente a la China dinámica y en desarrollo", dijo el primer ministro ruso Vladimir Putin, citado por la empresa estatal China National Petroleum Corp. en comunicado emitido el lunes en su portal de internet.
Rusia es el país más productor de energía en el mundo y China es el consumidor de energía más grande del orbe luego de superar a Estados Unidos el año pasado.
Aunque Europa sigue siendo el principal mercado de exportación de Rusia para el gas y el petróleo, tanto los gobiernos de Beijing como de Moscú han buscado diversificar sus fuentes y mercados de energía a pesar de que comparten un largo historial de desconfianza mutua y tensiones.