El UNO es el principio, el comienzo de todo, la iniciativa, el impulso... Al número UNO no le gusta que le dirijan pues ha nacido para ser el que lleve las riendas de todo. En este sentido, es impulsivo y tenaz, tiene madera de líder y toma sus propias decisiones. Para entendernos, quiere organizarlo todo.
El DOS es adaptable y sensible. Es el seguidor, el que secunda en silencio uniíéndolo todo y huyendo de las discusiones y conflictos. Y es que su naturaleza le induce a la unión y a la paz. Es muy diplomático y soñador, y siempre está dispuesto a cooperar.
El TRES simboliza la comunicación y la alegría de vivir, irradia entusiasmo y es muy extravertido. Transmite una gran atracción a los demás. Le agrada el placer y todo lo que es confortable, y es muy sociable y creativo. Asimismo, aprecia el arte y la belleza, y se involucra voluntariamente en múltiples emociones y experiencias.
El CUATRO es la estabilidad, el trabajador nato, el que todo lo racionaliza. Observarás que es un gran amante de la ley y el orden. Al número CUATRO le gusta concretar, pues su espíritu práctico y su disciplina le confieren una gran resistencia y una gran capacidad de análisis. Resultará el motor perfecto para cualquier empresa.
El CINCO representa la libertad, la necesidad de expansión, los cambios y la curiosidad. Dada su extraordinaria energía, necesita obtener información sobre múltiples cosas. Posee una gran facilidad para comunicarse y es portador de muchos mensajes. Atrae mucho al sexo opuesto y es un amante de la aventura que se adapta fácilmente a todo lo que conlleve cambios.
El SEIS ama todo lo que es bello y armónico. Posee un gran sentido del equilibrio y el amor y la comprensión ocupan un lugar muy importante en su cálida naturaleza. No soporta verse agobiado por las responsabilidades, aunque cuenta con mucha capacidad para ajustarse a las necesidades de los demás.
Siempre busca respuestas y es muy reflexivo. El SIETE tiene grandes inclinaciones religiosas y metafísicas, y es muy intuitivo. Se puede decir que conecta con los grandes misterios de la vida, incluso será capaz de hallar el camino que se oculta tras la existencia. Es un solitario que disfruta de su independencia y tiene una elevada filosofía de la vida.
Evolución, equilibrio, poder... son los parámetros que rigen la vida del OCHO. Dispone de una energía muy potente e irradia vigor y seguridad. Obtendrá recompensas financieras dada su capacidad para lograr objetivos materiales, y aunque es un ser apasionado y un tanto violento, sabe controlarse para lograrlo todo. En resumidas cuentas, se trata de una persona responsable, equilibrada y muy organizada, que conseguirá el reconocimiento y el poder.
El NUEVE se identifica con valores como el idealismo y la abnegación. Es muy combativo y suele ofrece una visión justa e impersonal de la realidad. A menudo siente una gran compasión y se entrega incondicionalmente a ayudar a los demás. Es paciente y tolerante, pues su energía a punto de culminar un ciclo no puede desperdiciarse en vanidades sino que debe ser puesta al servicio del universo.