El organismo empeora sus previsiones por el final de los estímulos y advierte de que si persiste el deterioro no se cumplirán los objetivos de díéficit
El frenazo en la recuperación de la economía internacional está siendo más duro de lo previsto, por lo que es necesario prolongar los planes de estímulo o poner en marcha nuevas medidas de apoyo. Esta es la conclusión que establece la Organización para la Coperación y el Desarrollo (OCDE) en sus perspectivas económicas.
Según los datos hechos públicos hoy por el conocido como Club de los países ricos, la economía de las siete mayores potencias mundiales (G-7: Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá) crecerá este año una media del 1,5%. Esta cifra es dos díécimas inferior a su anterior proyección. Según la organización, que de momento descarta una vuelta a la recesión -dos trimestres consecutivos de contracción-, el recorte se explica por el final de las medidas de estímulo y la apuesta de la mayoría de gobiernos por poner freno al gasto público obligados por la necesidad de hacer frente a los excesos de díéficit, lo que ha afectado negativamente a la inversión.
Por estos motivos, la OCDE augura que el último trimestre del año será el peor desde el inicio de la recuperación a finales de 2009 con un crecimiento del 1%. Este dato supone un recorte frente al 2,5% registrado entre abril y junio y un 3,2% en el primer trimestre. "Si el frenazo es temporal, los gobernantes deberían posponer durante unos meses la retirada de los estímulos al mismo tiempo que mantienen sus compromisos para reducir los díéficits con tal de tranquilizar a los inversores", afirma el texto.
Por el contrario, si el deterioro en el ritmo de la recuperación persiste, recomienda a los bancos centrales que sigan con los bajos tipos de interíés y las medidas de liquidez. En este segundo caso, avisan, los países no podrán cumplir sus objetivos de consolidación fiscal en los plazos previstos.
Sin embargo, este argumento no es aplicable en el caso concreto de España. Para el economista jefe de la OCDE, Pier Carlo Padoan, al Gobierno le conviene más mantener los ajustes y recortes del gasto por "una cuestión de credibilidad ante los mercados" pese al previsible impacto a la baja en el PIB. "La consolidación fiscal debe continuar" en España, ha insistido Padoan.