LA GRAN "MENTE AJENA"
Charles Lindbergh hizo la primera travesía en avioneta desde Nueva York a París. Corría el año 1927 y el vuelo duró más de 30 horas. Lindbergh pilotaba el Spirit of Saint Louis y en su recorrido se topó con varias tormentas e incidentes, pero, en uno de ellos, casi a medio camino, una cortina de hielo y niebla se cebó con la pequeña avioneta. Lindbergh estaba exhausto, ya llevaba muchas horas sin dormir y, sobre todo, la monotonía de la actividad y los estímulos sensoriales hacían mella en su cerebro.
Adormilado, aislado y sin apenas libertad de movimiento dentro de su pequeña cabina, sintió que perdía el control. Se rindió y cedió los mandos a lo que íél describió como "una mente ajena". Notaba presencias fantasmales a su alrededor, pero no estaba asustado. Sentía que una realidad superior había tomado el mando de la situación. Así lo rememoró con posterioridad, pero curiosamente no fue capaz de recordar una sola palabra de lo que había hablado con esos "compañeros", a pesar de que recordaba haber departido durante largo rato con esas presencias. A su exitosa llegada a tierras francesas había pasado más de 33 horas sin dormir. El sueño... Otro resorte del cerebro, otra puerta que se abre a un mundo poco conocido. Así que en nuestra búsqueda de respuestas queremos saber más sobre cómo puede llegar a influir la falta de sueño en el hombre y cuándo la privación de sueño pone en peligro la vida del ser humano. La doctora Sandra Gimíénez, neurofisióloga clínica especialista en Medicina del Sueño, trabaja con pacientes afectados por diversas patologías derivadas del sueño en la Clínica Tecknon de Barcelona y es tambiíén investigadora en la Unidad del Sueño del Hospital de Sant Pau de la misma ciudad. Gimíénez nos habla sobre los límites del ser humano en cuanto a su resistencia frente al sueño. Le preguntamos cuándo una persona puede llegar a morir por no dormir y su respuesta es clara: "Como se puede comprender, no se ha expuesto a ningún ser humano a deprivación de sueño liasta su muerte, por lo menos que estíé científicamente documentado, pero sí que se lia utilizado y está constatada como míétodo de tonura. El ríécord Guinness de una persona sin dormir, en estudio de control científico, es de II días, aunque hay documentados casos de 18 días aproximadamente. A partir de ese momento el organismo de los estudiados entró en un estado de 'desorden', lo que montó el abandono de los estudios por razones íéticas, o bien, en otros casos, simplemente el voluntario se durmió sin poder evitarlo". Nos interesa saber quíé sucede a nivel físico y mental cuando se llega a ese límite, cuáles son las consecuencias y si estas pueden ser irreversibles. Gimíénez nos aclara que "la falta de sueño afecta progresivamente a los diferentes niveles fisiológicos del organismo: desde somnolencia, irritabilidad y alteraciones en la memoria Itasta alucinaciones, confusión v desorientación. La regulación hormonal se ve alterada, la temperatura, el metabolismo y el sistema cardim'ascular, entre otros, tambiíén se resienten gravemente. En animales, la deprivación total de sueño conduce a la muerte, según la especie, pero, por ejemplo, en las ratas la muerte sobreviene entre los 25 y 30 días". Buscamos una explicación científica para este fenómeno y, aunque hallamos muchas respuestas, no podemos olvidar que el misterio forma parte del propio ser humano y que la fe y la esperanza pueden llegar a ser muy poderosas. En este sentido, queremos acabar recordando las palabras del famoso montañero Greg Child: "Aquellos que han experimentado la presencia del 'tercer Itombre' la distinguen de las alucinaciones, que con frecuencia engañan y desorientan. La presencia parece mucho más real y ofrece su ayuda a los desvalidos tanto para guiarles como para aliviarles el miedo con su compañía".