La biofarmacíéutica de enfermedades del sistema nervioso afronta su cuarta ronda de financiación para su fármaco ‘Tideglusib’.
Noscira, la filial del grupo Zeltia especializada en el desarrollo de fármacos para el tratamiento y prevención de enfermedades del sistema nervioso, afronta su cuarta ronda de financiación desde que fue fundada, hace diez años. Lo hace con el viento a su favor.
Su producto Tideglusib ha recibido recientemente de la FDA (el supervisor sanitario de EEUU) la condición de fast track para la Parálisis Supranuclear Progresiva (PSP), una enfermedad cerebral degenerativa mortal.
Esa calificación acelera el proceso de revisión del fármaco para una necesidad medida no cubierta y le permite solicitar autorización de comercialización continuada y más rápida. Esto es vital para obtener cuanto antes recursos que permitan continuar una actividad muy intensiva en recursos.
Por otra parte, la ampliación de capital se efectúa en un momento en el que la credibilidad de la economía española de cara al mercado internacional ha mejorado.
Financiación
La compañía, que tiene el 42,4% de su capital en manos de inversores privados (el resto, un 57,6%, pertenece a Zeltia), va cumpliendo así hitos en el proceso de financiación tipo para las biotecnológicas aplicadas a la salud. Según estos parámetros, al apoyo inicial de los family & friends continúa el de los business angels, el capital riesgo y, más tarde, el del mercado con una salida a bolsa.
“Noscira cumple estos parámetrosâ€, señala Josíé Luis Moreno, director de Mercado de Capitales y Relación con Inversores del grupo Zeltia. En la jornada celebrada en la Fundación Paideia, presidida por Rosalía Mera, accionista de la biotecnológica con un 5%, se puso de relieve el protagonismo que, ante la crisis financiera actual, cobrará el capital riesgo como fuente de financiación y no sólo para las biotecnológicas.
Será un capital riesgo distinto, sin esas inversiones con grandes apalancamientosâ€, explica Moreno, que puso de relieve el plus de credibilidad que aportan estas sociedades.
Paralelamente, para Noscira, igual que para el resto de biofarmacíéuticas, es vital la financiación pública tanto en forma de subvenciones, como de anticipos. Sin embargo, esta fuente se está reduciendo, algo que el presidente de Zeltia, Josíé María Fernández Sousa, lamenta: “España no ha hecho como Alemaniaâ€, compara el ejecutivo.
En el ámbito científico, la tarea de Noscira es más complicada que para otros fármacos. Como media, un nuevo desarrollo consume entre doce y quince años, con una inversión de 800 millones de dólares (unos 600 millones de euros), eso sin contar con el factor tiempo, que lo elevaría a 1.200 millones de dólares.
El desarrollo clínico de tratamientos crónicos para enfermedades neurodegenerativas, como hace la filial de Zeltia, entraña dificultades añadidas, como que las escalas de evaluación están sujetas a cierta subjetividad, que la progresión de los síntomas es lenta y que son necesarios muchos pacientes y una duración de entre seis y dieciocho meses. En la fase IIb de prueba de eficacia del Tideglusib, prevista para final de año, efectuará un estudio en 280 pacientes durante seis meses.