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Autor Tema: Lo peor está por venir: Ernst & Young pronostica un máximo de paro del 20,4% en  (Leído 251 veces)

Eguzki

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La huelga general del 29-S puede haber sido sólo la primera de una serie de protestas sociales vinculadas al mercado laboral. Al menos, si se cumplen las previsiones del í­ndice trimestral de otoño Ernst & Young Eurozone Forecast (EEF), que elaboran los servicios de estudios de la firma de servicios profesionales desde comienzos de 2010. Los expertos estiman que la tasa de paro llegará al 19,7% este año (desde el actual 19,3%) y al 20,4% en 2011 alcanzando su punto máximo en 2012 con un 20,6%, lo que seguirá reduciendo el crecimiento neto de la economí­a así­ como la confianza del consumidor.




Según el EEF, el aumento del PIB en los últimos meses en nuestro paí­s es consecuencia de factores coyunturales como el aumento del consumo anterior a la subida del IVA del pasado mes de julio. Esta situación no ha evitado que las perspectivas para el desempleo empeoren. La economí­a española seguirá en recesión a finales de 2010 pese al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,2% registrado en el segundo trimestre del año. El informe señala que España será la única gran economí­a de la Eurozona con un crecimiento negativo del PIB para este año del 0,5% mientras que para 2011 aumentará, como máximo, un 0,4%.


Como dato positivo, el informe recoge que el ambicioso plan de consolidación fiscal anunciado por el Gobierno en la primera mitad del año ha comenzado a dar sus frutos ya que ha reducido el díéficit público a la mitad comparado con el del año anterior. Sin embargo, ante las negativas perspectivas para el crecimiento, el Ejecutivo deberí­a implantar medidas adicionales para conseguir reducirlo al 6% en 2011. Según se refleja en el EEF, la ausencia de una mayorí­a fuerte en el Congreso por parte del Gobierno podrí­a suponer un obstáculo para su puesta en marcha.


Alemania, la locomotora de la Eurozona


Las perspectivas para la Eurozona son algo mejores, en gran medida, gracias al buen comportamiento de la economí­a alemana. Por eso el EEF ha revisado ligeramente al alza las previsiones para la Eurozona que se prevíé cierre el año con un crecimiento del 1,5%, una díécima por encima de lo esperado en el informe anterior. Sin embargo, el EEF avisa de que la región todaví­a se encuentra con el viento en contra y, por eso, mantiene una tendencia de crecimiento lenta, en torno al 1,4% para 2011. El desempleo en la Eurozona tambiíén se prevíé que continúe al alza, al menos, hasta mediados de 2011, con un pico máximo de 16,3 millones de personas desempleadas.


Marie Diron, Economista del Ernst & Young Eurozone Forecast, afirma que “el incremento obtenido en el segundo trimestre marcará el tope máximo de crecimiento para la región durante algún tiempo. El impacto de los planes de ajuste fiscal y la subida de impuestos todaví­a está por llegar. Además, las señales de recuperación de la economí­a norteamericana aún son limitadas y las exportaciones de la Eurozona no serán un factor de crecimiento tan fuerte como en un principio se habí­a previsto”.


Incluso una economí­a tan robusta como la alemana no podrá arrastrar al resto de la Eurozona debido a una combinación de factores negativos que los paí­ses del Euro deberán afrontar, recoge el informe. El crecimiento perderá terreno bruscamente en la segunda mitad de 2010 y permanecerá díébil en el futuro próximo, según el EEF. Con todo, las empresas y las familias serán prudentes durante todaví­a algún tiempo. Por un lado, las empresas seguirán aplazando sus inversiones y la contratación masiva de profesionales, especialmente en el sur de Europa y, por otro, el ahorro de los hogares tambiíén permanecerá elevado.


Mark Otty, Socio Responsable para EMEIA de Ernst & Young asegura que "a pesar de las buenos resultados del segundo trimestre del año, las perspectivas de negocio para muchas empresas de Europa son pesimistas a corto y medio plazo ya que, por el momento, se muestran poco dispuestas a invertir y aumentar su plantilla. En nuestra opinión, hasta 2015 no se recuperarán los niveles de actividad económica registrados antes de la recesión”.


El efecto de los test de estríésLos test de estríés de la banca publicados el pasado mes de julio han mostrado un sector bancario en mejor situación de lo esperado. En el peor de los escenarios planteados, sólo un pequeño número de entidades no superarí­a estas pruebas y el capital adicional que los bancos europeos necesitarí­an ante una recaí­da de la recesión serí­a relativamente reducido.


Sin embargo, la restricción sobre el críédito aún se mantiene debido, por un lado, a las propias dificultades de las entidades para financiarse y, por otro, a la incertidumbre en las previsiones económicas. Esta situación hace más difí­cil una recuperación sostenida de las inversiones en la Eurozona ante la dependencia de los críéditos bancarios por parte de las empresas. “Aunque es poco probable que se repita a corto plazo una crisis de la deuda soberana como la vivida el pasado mes de mayo, la restricción crediticia seguirá afectando a la Eurozona durante algún tiempo”, añade Diron.


"Lo peor no ha hecho más que comenzar"


El cambio de una polí­tica fiscal expansionista a otra restrictiva por parte de muchos estados está generando grandes obstáculos para el crecimiento. Los gobiernos están comenzando a implementar los planes de reducción de gasto, en algunos casos, con alza de impuestos. Estas medidas reducirán el crecimiento del PIB de la Eurozona para el año que viene en el 1% frente al estancamiento esperado para este año y el impulso del 1% registrado en 2009, según el EEF. “El ajuste fiscal durante la primera mitad de 2010 ha tenido impacto limitado. El efecto final de las medidas se sentirá, sobre todo, en la segunda mitad de este año y durante 2011. Lo peor no ha hecho más que comenzar”, afirma Diron.


La incertidumbre sobre la efectividad de los planes de ajuste fiscal de cada gobierno se refleja en el gran diferencial entre los bonos soberanos y la volatilidad financiera del mercado. Pese a que la posibilidad de que se produzca otra crisis de la deuda soberana o de que un paí­s pueda salir del euro es remota, el riesgo se mantendrá sobre la región durante algunos años más.


La inflación, otro quebradero de cabeza para empresas y familias


La economí­a de la Eurozona tambiíén tiene que afrontar el encarecimiento de los combustibles por encima de la inflación que, a su vez, reducirá el poder adquisitivo de las empresas y las familias. Por su parte, el Banco Central Europeo seguirá afrontando su mayor reto: normalizar la polí­tica monetaria lo antes posible sin obstaculizar la recuperación de la Eurozona. Según el informe, el BCE mantendrá los tipos de interíés hasta mediados de 2011, al tiempo que seguirá cubriendo las necesidades de liquidez de aquellos bancos que lo necesiten, por lo menos, hasta esa misma fecha.


"La previsión para la Eurozona es de un periodo prolongado de crecimiento díébil. La recuperación de algunos paí­ses del norte de Europa se verá lastrada por los del sur, embarcados en una dolorosa reestructuración fiscal. Esta situación no hará más que aumentar la brecha entre estas dos regiones", concluye Diron.