El Banco Central Europeo (BCE) hizo público ayer un informe sobre el sector bancario en el que muestra su preocupación por la excesiva dependencia de algunas entidades a la liquidez que ofrece el organismo. En Irlanda, el Gobierno presenta hoy un plan de viabilidad para la banca.
La banca europea está saliendo del túnel, pero no puede confiarse. Ese sería la frase que sintetiza las conclusiones de un informe sobre el sector financiero de la Unión Europea que ayer hizo público el Banco Central Europeo (BCE).
El documento señala como una de las principales fuentes de vulnerabilidad de la industria su excesiva dependencia de las facilidades de liquidez que proporciona la propia institución.
"Algunos bancos siguen siendo demasiado dependientes del apoyo de los bancos centrales y los gobiernos, lo que constituye una fuente de preocupación", asegura el BCE.
El organismo presidido por Jean-Claude Trichet subraya que "el acceso a los mercados de financiación mayorista continúa cerrado para muchos bancos europeos", apunta.
La crisis de la deuda soberana forzó al BCE a ampliar la barra libre de liquidez para las entidades financieras hasta, al menos, 2011. Su objetivo era ayudar al sector a sobrellevar las nuevas tensiones en los mercados mayoristas y favorecer que los banco volvieran progresivamente a los príéstamos interbancarios.
Desde mayo, la apelación del conjunto de entidades europeas al BCE ha ido disminuyendo progresivamente, mientras que la demanda por parte de la banca española ha aumentado.
La adición de los bancos a la liquidez de los bancos centrales es "un problema que debe ser atajado", aseguraba recientemente Ewald Nowotny, consejero del BCE.
Respecto a los resultados de los test de estríés, divulgados a finales de julio, el informe asegura que demuestran que "la mayoría de bancos de la Unión Europea tienen capacidad suficiente para absorber píérdidas incluso en el caso de que se produzca un escenario económico muy adverso".
La mayor transparencia en el sector, apunta el estudio del BCE, permitirá a los inversores identificar a los bancos con unos balances más díébiles y les obligará aumentar los tipos de interíés que pagan por obtener fondos.
En sentido contrario, los bancos más fuertes podrán obtener una financiación más barata.
En el punto de mira están tambiíén las entidades financieras irlandesas, que esperan un plan de viabilidad del Gobierno que se presentará hoy mismo. Según adelantó la agencia de calificación crediticia Standard & Poor's el rescate de Anglo Irish Bank (AIB), fuertemente afectado por la crisis financiera, rondaría los 35.000 millones de euros.
El Gobierno irlandíés podría decidir, además, inyectar capital en otras entidades del país que se encuentran en situación complicada, como el Allied Irish Bank (AIB), informaba ayer la prensa local.
EE UU planifica la salida de entidades intervenidas
El departamento del Tesoro anunció ayer planes para vender 2.200 millones de dólares en títulos preferentes de Citigroup, un banco donde aún mantiene una intervención que se inició en otoño de 2008. Con la venta, el Tesoro obtiene beneficios para los contribuyentes cuyo dinero se usó directa e indirectamente en el rescate de la banca. El Gobierno de EE UU se hizo con estos títulos preferentes a cambio de garantizar el pago de activos de Citigroup valorados en 301.000 millones de dólares. Tener al Tío Sam a su lado en este capítulo permitió a Citi recuperar la confianza de los inversores. Estas garantías terminaron en diciembre de 2009 pero el Tesoro mantuvo los títulos como pago por el riesgo que tomó. A día de hoy, constituyen "una ganancia neta para la caja del Estado", explicaban ayer desde el Tesoro. El Estado aún tiene el 18% de las acciones del banco como consecuencia de la masiva capitalización pública que la entidad precisó. El calendario para la venta de estas acciones no se ha precisado.
La otra entidad que empieza a soltar amarras es AIG, la única aseguradora que aún no ha devuelto el capital público con el que fue rescatada del abismo. Está previsto que hoy se avancen los planes para convertir los 49.000 millones de dólares en acciones preferentes que tiene el Tesoro, en comunes. El Gobierno tendrá así posibilidades de reducir su presencia en AIG mientras esta entidad cierra la venta de varias filiales con las que pagar la línea de críédito abierta con la Fed.
Ayudas en alemania
La Comisión Europea autorizó ayer una ayuda estatal de 650 millones de euros para la caja de ahorros alemana Sparkasse Kí¶lnBonn, al considerar que el plan de reestructuración presentado le permitirá recuperar su rentabilidad y no distorsiona la competencia.