Amigos foreros os copio articulo que trata el tema de nuevo:
El Radar, R.J.Lapetra
Una caja, un banco y un fondo: siete días locos y freníéticos por delante
El próximo 24 de diciembre podría será el fin de las cajas de ahorro tal como las conocemos. Ese día está marcado en el calendario por el Banco de España para tomar decisiones sobre las cajas de ahorro y, como no, sobre los bancos. Quedan algunas operaciones bajo el mantel que todavía no han visto la luz. Quedan flecos por cerrar en otras y lo más importante, quedan grandes movimientos por desplegarse en la reordenación del sector. Son fechas límite no sólo para solicitar más ayudas al FROB -que apenas ha comprometido 15.000 millones de euros de los 99.000 en que fue concebido-, sino para encontrar pareja antes de que deje de sonar la música.
Las rezagadas Unicaja (Braulio Medel) e Ibercaja (Amado Franco), dos de las consideradas cajas sanas, han activado un plan de fusión que puede ver la luz de aquí a que se repartan tan particulares regalos financieros con dinero público. La gran Caixa, que a priori iba a protagonizar el proceso de concentración de las cajas de ahorro, se ha quedado fuera por el momento. Y no por ganas, que las ha habido, sino porque no era su momento. Está llamada a más altas y divinas cotas. Con sus 270.000 millones de euros en activos es casi una cuarta parte del sistema. Tambiíén representa el último resorte junto a la propia CECA y Banco de España para proteger el sistema de la caída de entidades vulnerables. Su misión en esta crisis debe ser reforzar el sistema.
La Caixa se ha visto liberada por el momento de participar, con excepsión de la pequeña Caixa Girona, y ahora puede mirar a otro lado dado que la mayoría de piezas se han movido. Por que han sido otros y otras, en este caso la BBK y Cajastur, quienes han salido al quite de Cajasur y CCM, las dos ovejas negras descubiertas del sistema. Caja Murcia o Caja Navarra lideran sendas fusiones de 80.000 millones de euros sacrificándose para guiar a las valencianas Bancaja, CAM o la andaluza Cajasol. Se ha quedado en espera de realizar su operación. Lo de Caixa Girona no cuenta, tanto por tamaño como por motivación. El grupo que preside Isidre Fainíé ha estado mirando bancos (y cajas, claro) desde antes de verano. Ha visto al Sabadell, que conoce muy bien gracias a su mano derecha Juan Nin, pero se le escapó tras la fusión con el Guipuzcoano y la entrada en el capital de dos cajas fuertes, la BBK y Kutxa.
Por eso la caja catalana ha mirado tambiíén al Popular de íngel Ron, aunque oficialmente "no ha habido negociación", "ni nada de nada", según señalan rotundamente desde las dos entidades. Pero Ron y Fainíé comparten su fíé en el negocio en minorista y en España, pero son conscientes de las poderosas dificultades para salir a los mercados que se dibujan en el horizonte. Cuando son los Estados quienes pugnan por los inversores, ¿alguiíén va a hacer caso en los mercados financieros a las peticiones de un banco mediano o, en particular, a una caja? La falta de tamaño y su exposición geográfica al 100% sobre España las ha puesto en cuarentena para los prestamistas internacionales.
Por eso la única vía abierta en este momento es su salida a bolsa, vía acciones, reparto de la propiedad, gestión y entrando en el terreno de la transparencia. Porque no lo olvidemos, la bolsa sigue siendo el mercado más regulado y controlado que existe. Ni la deuda, presa de los opacos CDS y en algunos casos la volatilidad de los cambios de rating, ni las divisas, ni muchos menos las participaciones preferentes (que ni son participaciones ni preferentes) han conseguido recobrar la credibilidad píérdida en esta crisis. Se requiere la máxima transparencia. Y los nuevos Sistemas Institucionales de Protección (SIP) caminan en esa dirección al transformar las cajas de ahorro en bancos. Dejarán de ser híbridos controlados por políticos, sindicatos y asociaciones, a caballo entre empresa pública y privada, para ser dirigidos por sus futuros accionistas.
El misterio queda en manos de Caja Madrid, que protagoniza la mayor fusión financiera de la historia en nuestro país por activos, por encima incluso de las que protagonizaron hace una díécada el Santander con el BCH, y el BBV con Argentaria. Bajo el manto de Rodrigo Rato han acudido Bancaja y un puñado de entidades más pequeñas que no hubiesen sobrevivido en el desierto de iliquidez que se avecina para las entidades españolas. Es el nuevo grito de 'que viene el lobo' emitido por el mismo Banco de España de Miguel íngel Fernández Ordóñez que lleva dos años predicando lo mismo.
¿Han visto emitir a alguna entidad recientemente? La Kutxa, que vive en su particular burbuja de 5.000 euros el metro de ladrillo cuadrado, y poco mas. La caja vasca es una de las entidades más solventes del país junto a la BBK y ambas han retomado la fusión voluntaria y natural que se cayó a finales de 2008. Ahora su unión será menos voluntaria y más a la fuerza incorporando tambiíén a la Vital alavesa. El nuevo grupo alcanzaría un tamaño de hasta 80.000 millones de euros en activos. La reapertura de conversaciones llega despuíés de que al País Vasco tambiíén le hayan retirado el rating de Aaa, la última matricula de honor que le quedaba a alguno de los emisores públicos españoles.