El fuerte castigo que sufre Gamesa en Bolsa, agudizado tras la presentación del plan 2011-2013 el 7 de octubre, le está llevando a niveles que no conocía en años. La caída acumulada desde el anuncio de los objetivos estratíégicos se eleva al 16% tras cerrar ayer a 4,492 euros. Y acerca la cotización al precio de la OPV -4,20 euros-, con la que salió a Bolsa en octubre de 2000, hace diez años. El hundimiento -ayer cayó otro 6,22%- se produce con un fuerte volumen de negociación y posiciones bajistas de varios hedge funds.
¿A quíé responde esta debacle bursátil? Las respuestas apuntan a varias direcciones, pero hay elementos comunes. Todos los analistas estiman que el final del túnel apenas se vislumbra y que queda tiempo por delante hasta que el grupo se ajuste a la realidad del mercado, pero las opiniones podrían dividirse entre los que ven la botella medio vacía y los que la ven medio llena.
Entre los primeros están los de UBS, que consideran que los objetivos planteados no aportan más visibilidad al valor, al tiempo que destacan que la empresa se mueve en un sector, el de las energías renovables, que se enfrenta a problemas estructurales. El banco suizo aconseja vender.
Mientras, el equipo de Nomura, aunque ha recortado el precio objetivo hasta 6,9 euros, cita aspectos positivos: la reducción de su exposición a Europa para crecer más en Amíérica Latina, EE UU y Asia. Cree, asimismo, que tiene potencial, pero aconseja "paciencia" hasta que esa capacidad aflore. El punto díébil del análisis de Nomura viene de la mano de los márgenes que la compañía prevíé para los próximos años, más bajos de la media del sector y de lo previsto por el banco japoníés.
A la caída de márgenes tambiíén se refiere íñigo Recio, de Caja Madrid. Pese a que se plantea revisar a la baja sus estimaciones del Ebit (resultado neto de explotación) para 2011, el analista señala que en la presentación del plan de Gamesa hubo aspectos positivos. Su conclusión coincide con lo que ocurre en Bolsa: "el mercado está más centrado en el corto plazo".
Y Javier Hombría, de Ahorro Corporación, comprende el escepticismo con el que las metas ha sido acogidas por los inversores, aunque las califica de ambiciosas. Concluye que si se cumpliesen al 100%, el precio objetivo se elevaría a 12,3 euros por acción.