No se da por vencido. Corpfin Capital mantiene con vida su cruzada contra Banco Pastor y un socio de la firma de inversión Ibersuizas por una operación frustrada de 2007. El penúltimo episodio de este enfrentamiento tendrá lugar hoy lunes. Los demandados, Josíé María Arias, el presidente de la entidad gallega, y Francisco Chinchurreta, partner de la firma de capital riesgo, tendrán que desfilar por los juzgados de La Coruña para justificar su actuación en la compra de Sidecu, una empresa gallega de gestión de servicios deportivos y culturales de la que eran accionistas minoritarios y que ya estaba comprometida con otro comprador.
El objetivo principal de Corpfin Capital es conseguir que el juez reconozca que los demandados, que comparecen como testigos, actuaron de mala fe. Sin embargo, su aspiración va más allá y reclaman al Banco Pastor y a Fernando Chinchurreta más de cinco millones de euros por abortarles la compra de Sidecu. El argumento principal para justificar esta cantidad, al margen de los gastos propios y con terceros, la firma de capital riesgo ha invocado la figura jurídica del lucro cesante para solicitar el pago de esa cantidad millonaria, dos años y medio despuíés de perder la puja por la compañía gallega.
A comienzo de 2008, Corpfin Capital firmó un contrato de exclusividad para presentar una oferta de compra a los fundadores de Sidecu. La jubilación de parte del equipo directivo, propietario de un porcentaje elevado del capital, había provocado la puesta a la venta de la empresa, donde tambiíén participan con paquetes relevantes Banco Pastor y Fernando Chinchurreta. La operación debía resolverse el 15 de abril. La firma de capital riesgo ofreció cerca de 65 millones de euros más un ejecutivo que relevaría al equipo directivo en retirada, pero el plantón del banco gallego y su socio abortaron la operación.
Las desavenencias fundamentales no fueron de precio. No en vano, el propio Banco Pastor y Chincurreta protagonizaron una ampliación de capital en Sidecu en junio de 2008 que concedía el mismo valor empresa que la oferta rechazada. Los vendedores se escudaron en su derecho a romper el compromiso en el caso de que la oferta no fuera satisfactoria, aunque no por cuestiones de precio, como quedó demostrado, sino por otro tipo de aspectos menos objetivables. Con este plante, para su disgusto, Corpfin Capital veía perdida, una inversión prometedora, además de tiempo y dinero.
La presencia de Banco Pastor y el socio de Ibersuizas en el capital de Sidecu se remonta a 2004. Ese año, la firma de capital riesgo vendió su participación en el accionariado despuíés de haber estado tres años como socio financiero de la compañía gallega. En lugar de ir a manos de otros inversores o de los propios socios, Banco Pastor, tambiíén entonces inversor y accionista de Ibersuizas, optó por continuar en la compañía y recompró, junto a Chinchurreta, el paquete en venta, en el que han acumulado importantes plusvalías en el transcurso de estos últimos cuatro años.