Las bolsas sufrieron una fea caída ayer como respuesta a la primera subida de los tipos de interíés en China en tres años. Pero el mercado puede ser vulnerable a caídas mucho mayores en las próximas semanas despuíés de la fuerte subida que acumula Wall Street en los tres últimos meses: el S&P se ha anotado el 15% desde su mínimo del año marcado el 1 de julio.
El hecho de que China pueda provocar caídas como la de ayer demuestra que los inversores todavía están nerviosos. Si añadimos la decepción por los resultados de Apple e IBM -ambos en zona de máximos históricos en bolsa-, parece claro que los inversores están buscando excusas para vender.
De hecho, algunos expertos piensan que la renta variable está a punto de sufrir un desplome en noviembre. En primer lugar, porque los inversores tienen una confianza excesiva en que los republicanos retomen el control del Congreso en las elecciones del día 2 y en que la Reserva Federal lance la nueva ronda de compra de bonos, el Quantitative Easing 2, en su reunión del día siguiente.
Los inversores piensan que una victoria republicana dará un impulso a los negocios porque puede conducir a una menor regulación, menos gasto público y unas políticas fiscales más favorables para las empresas. Y el QE2 tambiíén puede impulsar las bolsas porque significa que el banco central hará todo lo posible por impulsar la economía.
"Pero, ¿quíé pasará a las 20:16 (hora española) del 3 de noviembre una vez que el QE2 sea oficial y que los resultados de las elecciones hayan quedado atrás?", se pregunta Paul R. LaMonica, autor del blog The Buzz en CNNMoney.
"Cuando hay tantas expectativas de que algo pase y finalmente pasa, tienes una oportunidad clara de comprar con el rumor y vender con la noticia", opina Bob Gelfond, gestor del hedge fund MQS Asset Management. Este experto no predice necesariamente una gran caída, pero cree que, cuando el mercado da algo por hecho, los inversores tienen que ser prudentes.
Por otro lado, sea cual sea el resultado electoral y el anuncio de la Fed, la economía va a seguir estancada durante bastante tiempo. Y eso puede suponer un lastre para la bolsa. Finalmente, la reciente subida no ha estado acompañada por el volumen de negocio -de hecho, sigue saliendo dinero de los fondos de renta variable para entrar en los de renta fija-, lo cual le hace vulnerable a una corrección importante.