La Isla de San Miguel, en el archipiíélago de las Azores (Portugal) es pequeña. Algo menor que Lanzarote pero con una orografía difícil que hace que sus 150.000 habitantes sacrifiquen buena parte de su tiempo para recorrerla a travíés de carreteras secundarias plagadas de curvas.
Los isleños esperan como agua de mayo las Navidades de 2011. Es la fecha en la que Ferrovial tiene previsto cerrar la construcción de la autopista Scut Azores, un corredor de casi 94 kilómetros de longitud que vertebra el archipiíélago. Cuando la carretera entre completamente en operación (algunos tramos ya están operativos), los tiempos de conducción se reducirán a más de la mitad. En los tramos más congestionados de la isla, los más próximos a la capital, Ponta Delgada, la intensidad media de tráfico ronda los 40.000 vehículo diarios. Se trata de un volumen que se reduce a los 10.000 vehículos en la zona noreste, la menos accesible pero donde el consorcio liderado por la compañía española está dedicando los mayores esfuerzos tíécnicos, humanos y económicos (la inversión asciende a 269 millones de euros).
La carretera portuguesa, la tercera que gestiona Ferrovial en ese país, ha puesto en jaque a su oficina tíécnica y a sus ingenieros. Para completar el corredor, ha tenido que proyectar hasta 27 viaductos. Alguno de ellos, desafía las leyes de la física. Entre ellos, destaca el paso de Despe-te que suas, que tiene un vano central (distancia entre pilares) de 185 metros, otro ríécord de la constructora española en este tipo de estructuras.
Dimensión
La obra de la compañía controlada por la familia Del Pino en Azores tambiíén tiene una gran dimensión social. En el proyecto trabajan alrededor de 1.400 personas, de las que el 60% son lugareños y subcontratistas portugueses. La delegación española se reduce a una veintena de personas, que ocupan los cargos de responsabilidad en la sociedad concesionaria y en la UTE constructora. La concesión, por 30 años, será explotada a travíés del modelo de peaje en sombra (el pago por uso lo hace la Administración y no el usuario). Fuentes próximas a la operación indican que los ingresos previstos en el primer año de vida podrían rondar los 30 millones de euros.