Decidiste un significado: no tengo, no hay suficiente y compartiste y te “especializaste†en esa creencia durante cientos de vidas. En esa misma vida, en la caza de tu alimento, quizás fuiste herido o quizás mataron tu cuerpo de ese entonces. ¿Quíé decidiste? ¿Quíé juraste? “Me protegeríé mejor. Nunca me dejaríé vencer. El mundo es hostil. Los demás o lo demás te hace daño y te puede matarâ€.Mucho despuíés en la íépoca del romanticismo jugaste a ser una dama que creía que el amor humano y el honor eran el cielo (¿Dónde se originó ese nudo?). Buscaste relacionarte con el disfraz de tu amado quien lo más probable, dada la fuerte dualidad de la energía que hacía imposible la completitud en ese tiempo, te mintió, traicionó y hasta asesinó. ¿Quíé otras creencias o juramentos se habría inventado dicho príncipe?. ¿Quíé otras miles de activaciones energíéticas has hecho en las incontables atrocidades de la historia de este juego.De ahí viene la desconfianza, las defensas y el esforzado control que tienes programado ahora para cada situación y que quizás hasta pasen desapercibidos por parecer tan “normales†ya que todos los tienen y porque “así es la vidaâ€. Una creencia amarra la otra, se enriquece, se hace más “real†todavía, al punto de estructurar toda una forma de vida en la que los objetivos de “felicidad†están claros: sobrevivir y parecer feliz. En este abismo energíético te olvidaste de que todo es perfección sublime, armonía invulnerable y bienestar eterno; que eres ilimitado y pleno y que lo mismo son todas las otras partes de la divinidad que compartimos; que no tienes que hacer nada para volver al equilibrio y a la despreocupación